San Juan (Puerto Rico).- El gobernador Pedro Pierluisi, junto a la secretaria del Departamento de Corrección y Rehabilitación (DCR), Ana Escobar Pabón graduó este martes más de 200 cadetes que se suman a los 3.444 oficiales correccionales que prestan servicios de vigilancia, custodia y seguridad en el sistema carcelario del país.
Pierluisi indicó que su «compromiso con nuestros oficiales correccionales, que viene desde antes de ser gobernador, va más allá de solo palabras pues mi administración se ha asegurado de aumentar su compensación y mejorar sus condiciones de trabajo».
«Asimismo, les hemos entregado vehículos modernos para las rondas, nuevos uniformes, armas de fuego y equipo de seguridad moderno para poder hacer bien su trabajo», dijo el gobernador, quien desde que comenzó su administración otorgó aumento salarial a los oficiales correccionales del DCR e incrementó su salario base a 2.350 dólares.
Agregó que «siento mucho optimismo al ver a los miembros de esta academia que incorporará a 243 nuevos oficiales correccionales a nuestros esfuerzos de velar por la seguridad de nuestros confinados y también de nuestro pueblo. Como gobernador, me llena de orgullo estar aquí para reconocer la vital importancia de la labor que están a punto de emprender. Con esta tercera academia hemos sumado 695 oficiales correccionales que se han incorporado al Departamento de Corrección y Rehabilitación en los últimos tres años, por lo que estamos siendo sumamente proactivos a la hora de asegurar que el personal de seguridad de nuestras instituciones correccionales y el Cuerpo de Oficiales de Custodia estén fuertes, adiestrados y preparados».
Por su parte, la secretaria del DCR destacó que esta es la tercera academia que gradúan y la que más mujeres ha sumado al Cuerpo de Oficiales de Custodia.
Escobar Pabón recordó que, en septiembre del 2022, graduaron 238 cadetes y en junio del 2023, 214 y mencionó que la contratación de estos oficiales correccionales resuelve en gran medida la necesidad de oficiales correccionales que la agencia tuvo por años.
«Este es un momento que nos permite reflexionar sobre la tarea trascendental que aguarda a estos graduandos. Esta elección, de dedicar sus vidas al servicio penitenciario, merece nuestro reconocimiento y aprecio. La labor en el ámbito correccional es desafiante, pero también es una oportunidad invaluable para impactar positivamente en la vida de quienes se encuentran en situaciones difíciles», expresó Escobar Pabón.
Mientras, Jomar González Cruz, presidente de la clase, tuvo a su cargo la representación de los 182 varones y 61 féminas que fueron parte de la Academia Ramos y Morales 15.
Al dirigirse a los presentes en los actos de graduación, González sostuvo que ser oficial correccional, se lleva en el corazón, con gran orgullo y dedicación y exhortó a sus pares a «llevar siempre en alto nuestro uniforme y a nunca mancharlo, a no dejar que nadie menosprecie nuestra labor, pues gracias a ese gran trabajo que hacemos es que nuestras familias pueden dormir en paz en nuestros hogares. En nuestras manos está el poder de forjar un mejor futuro. Juntos como ente de cambio podemos inspirar a los demás. Recuerden siempre que somos una generación que pide cambios, pero que no tan solo los pide sino, que también es capaz de lograrlo».