Por Fundéu Guzmán Ariza
Con motivo de las elecciones presidenciales y congresuales de la República Dominicana, que se celebrarán el domingo 5 de julio, se ofrecen algunas claves de escritura para la buena redacción de las noticias relacionadas con este proceso.
Presidente electo y presidente elegido, diferencias
El participio elegido es la forma recomendable en la formación de los tiempos compuestos («El presidente de la República Dominicana es elegido usando el sistema de dos rondas»); en cambio, el adjetivo electo solo se aplica a la persona que ha sido elegida para un cargo del que aún no ha tomado posesión. Es inadecuado usar estos dos términos indistintamente.
Puestos y cargos, minúsculas
Palabras como presidente, vicepresidenta, senador, diputados, y otras que designan cargos y títulos se escriben con minúscula inicial por su condición de nombres comunes, tal como indica la Ortografía de la lengua española: «Lo que ha dicho el presidente Danilo Medina no tiene precedente en la historia dominicana», mejor que «Lo que ha dicho el Presidente Danilo Medina no tiene precedente en la historia dominicana».
El vicepresidente o la vicepresidenta, sin guion ni espacio tras vice
Por regla general, los prefijos se escriben unidos a la palabra que acompañan (precandidato, preelectoral, poselectoral, antirreeleccionista, contrarrevolucionario, supermayoría, vicepresidenta); por lo tanto, no son adecuadas las grafías en las que el prefijo aparece separado por un espacio en blanco o unido con un guion: «Se elegirá un vicepresidente o una vicepresidenta» (no «vice presidente, «vice presidenta», «vice-presidenta ni «vice-presidente»).
La vicepresidenta, no la vicepresidente
La palabra vicepresidenta está registrada en el Diccionario académico y es una forma válida y preferible a vicepresidente para referirse a las mujeres que ocupan ese cargo.
El signo % se escribe separado de la cifra a la que acompaña
Cuando se escribe una cifra seguida de un símbolo, como el %, lo recomendable es dejar un espacio de separación entre la cifra y el porcentaje, según la Ortografía de la lengua española y el Sistema Internacional de Magnitudes de la ISO: «El 42 % cree que habrá una segunda vuelta, el 36 % opinó que no y el 22 % dijo que no sabe o no contestó».
Recuento, comprobación o verificación, mejor que reconteo
Cabe recordar que, para aludir a la acción de volver a contar los votos para comprobar el resultado de unas elecciones, la voz adecuada en español es recuento, y no reconteo. También pueden utilizarse en este contexto los vocablos comprobación y verificación.
Distanciamiento físico, en los colegios electorales, mejor que distanciamiento social
Tanto distanciamiento físico como distanciamiento social son expresiones válidas y a menudo pueden estar relacionadas.
No obstante, conviene optar por distanciamiento físico en aquellos casos en los que se apunta inequívocamente a los metros que se recomienda mantener entre las personas, como, en este proceso, aquellas que acudan a los recintos electorales a trabajar o a votar.
El Pleno de la JCE, pero la celebración del pleno
Cuando el sustantivo pleno se refiere a la ‘reunión o junta general de una corporación o de una cámara legislativa’ lo apropiado es el uso de la minúscula: «En el pleno anterior se aprobaron dos resoluciones». En cambio, se escribe con P mayúscula si alude al órgano que se reúne: el Pleno de la JCE.
Se prevé, no prevee, una segunda vuelta
Es prevé, y no prevee, la escritura apropiada de esta forma del verbo prever que se usa con el sentido de ‘conjeturar por algunas señales o indicios lo que ha de suceder’: «No se prevé que habrá una segunda vuelta», mejor que «No se prevee que habrá una segunda vuelta».
Perremeísta, peledeísta y perredeísta, con tilde
Los términos peledeísta, perremeísta y perredeísta, que aluden a los partidarios de los principales partidos políticos de la República Dominicana —PLD, PRM y PRD—, se escriben con tilde en la i.
Según la Ortografía de la lengua española, cuando una palabra contiene un hiato formado por una vocal abierta seguida o precedida por una vocal cerrada tónica, como sucede con los tres términos en cuestión, esta debe llevar tilde en la vocal cerrada con independencia de las reglas generales de acentuación.
Minúsculas: leonelista, danilista, trujillismo, balaguerismo…
Los términos con que se designa a los partidarios del presidente Danilo Medina y del expresidente Leonel Fernández se escriben en minúscula por su condición de palabras comunes, aunque deriven de un nombre propio (danilista y leonelista).
De igual manera, se escriben en minúsculas por ser también nombres comunes los sustantivos que designan doctrinas, movimientos o tendencias políticas o ideológicas: trujillismo, balaguerismo, sandinismo, peronismo, castrismo, danilismo, leonelismo, etc.
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Aspirar a la presidencia, mejor que correr para presidente
Las expresiones postularse para presidente, aspirar a la presidencia y candidatearse a la presidencia, entre otras, son preferibles en español a la construcción anglicada correr para presidente, traducción literal de la expresión en inglés to run for president, que en ese idioma se emplea con los significados de postularse, presentarse o candidatearse en unas elecciones presidenciales.
Apodos: el Penco, el León… con el artículo en minúscula
Puesto que funcionan como nombres propios, los sobrenombres, apodos y alias se escriben sin necesidad de comillas o cursivas, y con mayúscula inicial en los sustantivos y adjetivos que los componen, pero con el artículo siempre en minúscula porque este no forma parte de la denominación: el Penco, el León, mejor que El Penco o El León: «Atacaron a su pueblo y se “quilló” el Penco», mejor que «Atacaron a su pueblo y se “quilló” El Penco».
Además, si el artículo va delante de las preposiciones a o de, forma con ellas las contracciones al y del, que han de escribirse en minúscula también: «…el equipo del León», mejor que «el equipo de “El León”».
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