Madrid, 17 feb (EFE)- Rosendo Sepúlveda, que ejerció el periodismo durante cuatro décadas en la República Dominicana y fundó allí la delegación de la Agencia EFE, falleció en diciembre pasado en Valencia (este de España) a los 94 años, confirmaron varios de sus familiares.
Muy integrado en la sociedad dominicana, que entre otros reconocimientos bautizó con su nombre el estadio de la ciudad de San Cristóbal, fue uno de los periodistas españoles que constituyeron en los años sesenta del siglo pasado la primera red de corresponsales de EFE en América.
Rosendo Sepúlveda García nació el 27 de enero de 1929 en San Clemente, en la provincia de Cuenca (centro de España), y falleció el 15 de diciembre de 2022 tras una larga enfermedad.
Se trasladó a Valencia, de donde es oriunda su esposa, Matilde Ramón Huguet, cuando concluyó su actividad profesional en la República Dominicana.
No tuvo hijos, pero deja una honda huella de cariño en sus sobrinos repartidos por España, la República Dominicana y Estados Unidos, que compartieron con EFE los recuerdos del veterano periodista, como su pasión por el fútbol, que jugó profesionalmente en los dos lados del Atlántico antes de dedicarse al periodismo.
Fundó la delegación de EFE en Santo Domingo en 1968, tres años después de la primera corresponsalía que abrió la agencia en América, en Buenos Aires, y la convirtió en un medio de referencia para el periodismo dominicano.
En 1986 organizó, en la capital dominicana, la primera convención internacional de los corresponsales de la agencia.
A lo largo de las tres décadas que dirigió esa corresponsalía, dio destacadas primicias, como el suicidio, en 1982, del presidente Antonio Guzmán.
A raíz de su información sobre el asesinato del periodista dominicano Orlando Martínez, en 1975, estuvo detenido durante cuatro días en medio de un complot policial. El presidente de la época, Joaquín Balaguer, le condecoró después con la Cruz de Cristóbal Colón.
Su permanente labor en pro de las relaciones hispano-dominicanas fue reconocida también con las condecoraciones del Mérito Civil y de Isabel la Católica concedidas por el Gobierno español.
Tras su retirada del periodismo, sus últimas actividades en República Dominicana fueron con la Cámara Española de Comercio.
A la República Dominicana, en la que se asentó con su esposa, llegó en los años sesenta, tras estancias en Venezuela y Puerto Rico.
En un país cuyo deporte nacional es el béisbol fue un incansable promotor del fútbol, dentro y fuera del terreno de juego y sobre todo con la comunidad de San Cristóbal y los niños de su orfanato, a los que hizo numerosas contribuciones.
El estadio que lleva su nombre, en el que jugaba con el club de la localidad, el Refor, está ahora en proceso de remodelación que le permitirá albergar competiciones de la FIFA.
Tras su llegada a la República Dominicana, donde cubrió la guerra civil y la intervención militar estadounidense de 1965, creó un noticiero cinematográfico que perduraría también durante décadas.
Su dedicación al periodismo la simultaneó además con la docencia en el Instituto de Periodismo Dominicano y las actividades del Club de Corresponsales de Prensa Extranjera, del que fue socio fundador y presidente. EFE
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