Numerosos estudios sobre el caso de Bolivia ha puesto a prueba la credibilidad de la OEA, que tiene enormes implicaciones de cara a las próximas elecciones en el país suramericano.
Redacción (teleSURtv).- El Centro de Investigación en Economía y Política (CEPR, por sus siglas en inglés) confirmó las irregularidades que fueron presentadas por la OEA para cuestionar el resultado de las elecciones presidenciales en Bolivia, que contribuyó al golpe de Estado contra Evo Morales.
El instituto, con sede en Washington, examinó diferentes reportes que cuestionan la polémica auditoría de la Organización de Estados Americanos (OEA) sobre los comicios del año pasado en Bolivia en un extenso informe de 82 páginas y múltiples anexos.
Las principales conclusiones del estudio sobre la auditoría de la OEA, bajo el título: «Observando a los observadores: La OEA y las elecciones bolivianas de 2019» son las siguientes:
- 1.- Se basa en análisis estadísticos y muestrales defectuosos y con supuestos incorrectos.
- 2.- Tergiversa las irregularidades inocuas del llenado de una misma persona de los nombres y apellidos en dos o más actas rurales como si constituyeran falsificaciones (solo existe un caso con firma falsificada de las 226 con irregularidades).
- 3.- Omite mencionar que las actas con irregularidades inocuas tenían una votación estadísticamente equivalente al de las actas contiguas sin irregularidades y, por ende, omite indicar su irrelevancia en los resultados de la elección presidencial.
- 4.- Entierra u oculta por completo los resultados de sus ejercicios de verificación de la coincidencia de las actas del conteo preliminar con las del conteo definitivo.
- 5.- Atribuye la quema del material electoral y de las sedes electorales como irregularidad de las víctimas de dichas acciones.
- 6.- Omite que en el caso del conteo oficial (Cómputo) no hubo ninguna estructura informática escondida.
- 7.- A pesar de contar con todos los logs, no señala evidencia de que las base de datos del conteo oficial (Cómputo) se hayan alterado fraudulentamente;
- 8.- No presenta información que indique que los problemas con el TREP (el conteo preliminar), ya sean reales o supuestos, hayan afectado al Cómputo (conteo oficial).
- 9.- No proporciona claridad sobre la detención del TREP y, como resultado, perpetúa una falsa narrativa de fraude. Por ejemplo, omite indicar que, durante la interrupción, la empresa auditora investigó el servidor “no autorizado” y determinó que no se habían alterado ni manipulado los datos electorales.
La OEA presentó el informe luego que el presidente Evo Morales, quien ganó la elección presidencial de octubre de 2019 en primera vuelta, aceptó que la OEA realizará un reporte sobre presuntas irregularidades denuncias por la oposición.
Sin embargo, contrario a un compromiso previo con Morales, la entidad americana decidió adelantar los resultados preliminares de su investigación que fue una de las piezas clave para lanzar el golpe de Estado contra el mandatario boliviano en noviembre pasado.
El centro indicó que la OEA no demostró que hubo fraude en el conteo de los últimos votos de la elección presidencial del 20 de octubre en Bolivia.
Este reporte se suma a otros ochos estudios internacionales sobre los comicios generales en el país suramericanos, que la oposición rechazó mientras preparaba la salida de poder de Morales bajo una asonada golpista.
Según el Director del Departamento para la Cooperación y Observación Electoral de la OEA, Gerardo de Icaza: “Las evidencias sólidas como declaraciones falsas y estructuras informáticas escondidas” demuestran que hubo fraude.
El informe deficiente de la OEA y sus indefendibles declaraciones iniciales que deslegitimaron el resultado de las elecciones, incitaron a la protesta y viabilizaron el golpe de Estado en contra de Evo Morales, indicó el CEPR.
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