La población a nivel mundial entre todas sus luchas cotidianas también lidia con la abundante cantidad de información que recibe por los distintos medios de comunicación tradicional y moderna; que no solo le envuelven en un torbellino que justamente le aturde ante el bombardeo, sino que, poco a poco merma su salud al verse obligada a recibir, decodificar y accionar con marcada celeridad ante cada noticia.
Este exceso de información hijo de la Era del Conocimiento, produce lo que el Centro de Psicología (psicoadapta) de Madrid, denomina infoxicación o el bloqueo mental que se produce en las personas expuestas a abundante y diversos temas. Es esa incapacidad para analizar la gran avalancha de información disímil que se recibe diariamente. Esta merma la creatividad, impide la toma oportuna de decisión y el correcto ejercicio acciones de bien hacer.
La Teoría de la Decisión llama a este fenómeno «parálisis por análisis», justo lo que ocurre: paralizarse ante demasiada información; no tomar decisiones oportunas o correctas; disgregarse; opinar acerca de todos los temas a que se está expuesto, por ejemplo, comentar en redes sociales, pero sin consistencia, de forma verborreica.
En este aspecto se habla también, del efecto Dunning-Kruger descrito en 1999 por los psicólogos David Dunning y Justin Kruger, como un sesgo en el razonamiento lógico; aptitudes, comportamientos, actitudes y hasta el humor. El escritor José Mármol, en su reciente artículo titulado Sentido Actual de la Vida Contemplativa, señala: «nos jactamos de vivir en la Era de la Información, pero no advertirnos su propio cansancio. El exceso de información genera una parálisis del pensamiento. Más información no equivale a mayor o mejor conocimiento, Ni la información ni el dato en sí mismos son creativos o producen conocimiento». ¡Nada más que agregar!
«La parálisis por análisis es dejar de actuar en situaciones en que tenemos que tomar decisiones importantes, por un exceso de pensamientos reflexivos, recogiendo tanta información sobre el tema, que el exceso de análisis complica la toma de decisión correcta por el esfuerzo cognitivo que se precisa».
Es que cada día, en cuestión de minutos una noticia tumba a otra, pero algo es claro, las historias contadas son cada vez más inverosímiles, menos educativas, orientadoras y entretenidas, y orillan a las audiencias rápidamente a infoxicación. La afirmación es comprobable: vivimos sobresaturados, con ansiedad informacional por la sobreabundancia de información.
Para muestra un botón, la población dominicana gracia a la malquerencia humana, cada día alcanza un nuevo récord de asombro ante casos brutales que jamás pensó escuchar, vivir o contemplar, y que son difundidos por los medios de comunicación. Hace un tiempo, estos eran propios de sociedades en descomposición, carentes de garantía de educación y otros derechos fundamentales, por tanto no los exhiben gente noble, alegre y solidaria, como es nuestra esencia. Aunque hoy parece que esos valores quedaron en el pasado, mientras la violencia gana su terreno.
Es que sin querer o queriendo, hemos abrazado la parálisis por análisis, que en síntesis es una nueva forma de procrastinación. Nos embebimos en las redes sociales u otros distractores improductivos, por lo que, obviamos accionar ante temas de vital importancia; perdemos disciplina, productividad y efectividad en lo que hacemos: dejamos de avanzar.
Es por ello, que para no caer en este fenómeno que merma la salud humana, expertos de la conducta humana recomiendan esquivar información superflua o redundante; no distraernos, por el contrario, enfocarnos y accionar ante temas relevantes, importantes para nuestros objetivos, planes, valores, metas y proyectos de vida.
Asimismo, Francisco Sáez, estudioso de este fenómeno y apasionado de la productividad personal y la filosofía GTD, que se basa en el principio de que una persona necesita liberar su mente para concentrarse en realizar las tareas, como medios para lograr una vida mejor, recomienda dejar descansar el cerebro de ciertos temas, organizar y ordenar nuestro pensamiento para tomar las ideas y no se forme lio mental.
Así con la mente fresca y las ideas claras, depuradas de tantas sobreinformación, verídica o fake news, se debe enfrentar y asumir tareas; fortalecidos, centrados y concentrados en lo que sí interesa; en lo importante, para generar bienestar a la colectividad, para vivir en salud.
Hasta la próxima entrega.
santosemili@gmail.com
(La autora es educadora, periodista, abogada y locutora, residente en Santo Domingo, República Dominicana).
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