Por Manuel Hernández Villeta
Las elecciones norteamericanas no pueden ser consideradas como un hecho aislado dentro del proceso de desarrollo dominicano. Por diferentes razones el país es dependiente de los Estados Unidos y es vital que cada ciudadano conozca cómo va ese proceso.
Ahora mismo se está en la fase de las primarias de los partidos Republicano y Demócrata. Por el lado de los republicanos, el presidente Donald Trump tiene seguro el triunfo de esa primaria, lo que le abre las puertas a buscar una repostulación.
Para los demócratas, hace dos meses las primarias se presentaban complicadas, con unos diez candidatos, incluyendo algunos aspirantes que invirtieron millones de dólares en la campaña. Ahora solo quedan dos.
Los demócratas tienen que escoger a su próximo candidato ente Bernie Sanders y Joe Biden. De acuerdo a las evaluaciones políticas norteamericanas Sanders es considerado un socialista liberal, mientras que a Biden se le sintetiza como un conservador.
Hay un choque entre los liberales norteamericanos y los conservadores. Esos liberales son llamados en ocasiones socialistas, pero la cartilla varía de acuerdo a cada proceso. Barack Obama era un liberal frente a Hillary Clinton.
Sin embargo, ahora se estima que Biden es un conservador, muy por debajo de las ideas socialistas de Sanders. Un socialismo a los Estados Unidos, que está alejado y por debajo de las perspectivas de lo que sería el socialismo como se conoce en América Latina y otras naciones del mundo.
Latinoamérica tiene la esperanza de que Estados Unidos se pueda convertir en un buen vecino, en un amigo solidario, y no continuar con el papel del furioso Tío Sam, responsable de intervenciones militares y de apuntalar a dictaduras.
El que sea presidente de Norteamérica jugará un papel importante en que puedan continuar los cambios sociales en este continente, o que sean parados abruptamente, lo cual podría dar pie a que se retorne a la etapa de las pobladas, las revoluciones y las luchas callejeras.
En la historia dominicana los Estados Unidos han propiciado dos intervenciones militares, y han sido los creadores de la larga dictadura de Rafael L. Trujillo, y los gobiernos de los doce años, encabezados por el doctor Joaquín Balaguer.
La participación norteamericana en el golpe de Estado a Juan Bosch terminó con la guerra de abril del 1965, y la grosera intervención yanqui para tratar de atajar el renacimiento de las libertades, ambientada en un nuevo régimen constitucional.
Los dominicanos luchan por vivir en un país libre e independiente. Esa idea no la podrán malograr fuerzas extranjeras. Pero es vital que se le dé seguimiento a las elecciones norteamericanas, para saber cómo están los vientos del Norte revuelto. ¡Ay!, se me acabó la tinta.
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