Santo Domingo (República Dominicana).- El servicio de la deuda del Sector Público No Financiero (SPNF) se ubica a un nivel demasiado elevado como porcentaje de los ingresos del gobierno central (37.0 % a marzo 2021).
La alerta la da el asesor económico Henri Hebrard al presentar su más reciente informe público sobre la situación de la deuda pública consolidada (DPC) al cierre de marzo 2021en el cual establece que por lo que va hasta marzo de este año asciende a US$1,182.8 millones entre pagos de capital e intereses.
“Como podrán ver, mientras la deuda del Sector Público No Financiero (SPNF) cierra marzo de 2021 en US$47,395.9 millones (60.2 % del PIB), la Deuda Pública Consolidada (DPC) cierra en US$58,873.3 millones, lo que equivale a un 74.8 % del PIB”, explica.
Dice que si se mide este servicio de la deuda del SPNF por la sola parte del pago de los intereses (como % de los ingresos), se observa un muy significativo incremento, al pasar de un 22.3 % (T1-2020) a un 31.8 % (T1-2021).
Indica que producto de estas transacciones, la deuda del SPNF registra ahora un incremento interanual de US$8,826.4 millones vs. el nivel de US$38,569.5 millones al cierre de marzo 2020; en otras palabras, la deuda ha sufrido un muy significativo incremento de un 22.9% durante los últimos 12 meses, mientras el PIB anualizado en dólares se contraía en un -11.0% al pasar de US$88,459.8 millones (03-2020) a US$78,747.1 millones (03-2021).
Informar de la revisión de los principales indicadores de su proyección sobre la economía dominicana en 2021:
. crecimiento del PIB 2021: revisamos al alza nuestra proyección, estimando ahora un fuerte rebote del 7.3 % (vs. +6.5 % en la revisión del mes anterior), lo que comparara con la caída de -6.7 % registrada en 2020;
. valor del PIB en US$: revisamos significativamente al alza nuestra proyección, con un muy fuerte rebote del 11.6 % al pasar de US$78,829.0 millones (12-2020) a USS$87,975.0 millones (12-2021); producto del impacto combinado del crecimiento real del PIB (+7.3 %), de la muy débil devaluación (un promedio de apenas un 2.0%) y de la mayor tasa de inflación.
Advierte que lo peor que pudiera suceder es creer que la recuperación económica que estamos observando sea argumento suficiente para postergar, o hasta peor cancelar, el proceso transformador que requería la economía
dominicana desde antes de COVID-19.
«De tan trascendentales decisiones dependerá la perennidad de la actual recuperación económica, y la transformación del actual modelo económico en un nuevo ecosistema donde el crecimiento económico sea más sostenible y más incluyente», expresa.
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