Redacción (Sputnik).- El consumo excesivo de agua subterránea, principalmente para la irrigación, causó que una cantidad masiva de agua de 2.150 gigatoneladas provocara un desplazamiento polar de 80 cm hacia este solo entre 1993 y 2010, revela un nuevo análisis de geofísicos surcoreanos.
Los investigadores, dirigidos por el geofísico Ki-Weon Seo, de la Universidad Nacional de Seúl, Corea del Sur, realizaron un trabajo para comprender mejor el fenómeno del movimiento polar.
En 2016, los científicos ya habían logrado un gran avance para averiguar por qué oscilan los polos de rotación de la Tierra y habían establecido que la causa es la distribución de los depósitos de agua terrestre.
Ahora, Seo y sus colegas determinaron en qué medida los humanos que bombean agua subterránea contribuyeron a esa oscilación. Los resultados del estudio salieron en junio de 2023 en la revista Geophysical Research Letters.
«Nuestro estudio demuestra que, entre las causas relacionadas con el clima, la redistribución de las aguas subterráneas es la que más influye en la deriva del polo de rotación», afirmó Seo.
La Tierra gira en torno a su eje de rotación como una peonza. Cuando la masa de agua distribuida alrededor de ese eje cambia y se vuelve irregular, el eje se desplaza para compensarlo, explican los científicos.
Los expertos opinan que el cambio climático tiene un gran efecto en esto. A medida que se derriten las partes congeladas del mundo, como los glaciares y las capas de hielo, cambia la distribución del agua sobre la superficie de la Tierra, y los polos —los extremos del eje de rotación— se alteran.
Seo y sus colegas modelaron el movimiento polar teniendo en cuenta únicamente la influencia del deshielo de los glaciares, las capas de hielo y el hielo marino. Después, añadieron a sus modelos distintos niveles de extracción de agua subterránea. La estimación proporcionaba la contribución exacta de aguas subterráneas extraídas. Sin incluir la cantidad de agua subterránea, el modelo se desviaba 78,48 cm.
De ese modo, afirman los investigadores, los hallazgos podrían ayudar a mitigar nuevos movimientos polares. El mayor efecto se siente cuando se extraen aguas subterráneas de latitudes medias. Los analistas descubrieron que la mayor parte de la extracción de agua subterránea entre 1993 y 2010 se produjo en latitudes medias, principalmente en América del Norte y en el norte de la India.
Si estas regiones hicieran un esfuerzo concertado para limitar las tasas de extracción de agua subterránea, sugieren los geofísicos, eso podría ayudar a frenar el movimiento polar y el aumento del nivel del mar. Sin embargo, según los investigadores, ese esfuerzo tendría que ser continuado durante un largo periodo, al menos décadas.
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