Al conmemorarse, este 9 de diciembre, el décimo octavo aniversario de la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción, resulta propicia la ocasión para resaltar el rol desarrollado por Guillermo Moreno García en el marco nacional en la denuncia y condena de este flagelo que tanto daño ha hecho a la sociedad dominicana.
Los avances alcanzados en este ámbito, aunque limitados, son inseparables del desempeño público del Dr. Moreno García desde el Estado, la academia y el activismo político.
Basta recordar su inmejorable desempeño como Procurador Fiscal del Distrito Nacional desde el 21 de agosto de 1996 al 27 de septiembre de 1997, función de la cual resultó destituido por el presidente de entonces, Leonel Fernández, por su inquebrantable voluntad y labor por preservar el Estado de derecho, modernizar, institucionalizar y adecentar el Ministerio Publico y por su inquebrantable lucha contra la corrupción y crímenes políticos irresolutos.
Su marca distintiva anticorrupción quedó impresa desde su fundación en Alianza País, entidad política que asumió como lema y propuesta a la nación Por un Gobierno Honesto.
En su lucha anticorrupción, Moreno fue catalogado por algunos sectores como un Quijote. Mas cuando su proceder se daba en el marco de una sociedad, como la dominicana, donde “na’ es na” y to’ es to”” y donde la corrupción pública había alcanzado una categoría casi de ley, dado que, según sentencia presidencial, ésta sólo se “detenía a la puerta” del despacho del primer ejecutivo de la nación.
De hecho, desde la irrupción de Guillermo Moreno al mundo de la política partidista el tema de la corrupción no resultaba ser uno de alto interés para los dominicanos. Por el contrario, había una especia de aceptación y justificación ciudadanas a partir de la percepción de que la misma era un mal de siempre y de alcance mundial.
Según las encuestas, para el 2012 este tema se situaba en un lejano quinto lugar (19%) en el interés y preocupación de la población, siendo superado holgadamente por otros serios asuntos sociales como la delincuencia, el desempleo, costo de la vida, droga y narcotráfico.
La percepción ciudadana sobre este tema conocería de un acelerado cambio en años subsiguientes al 2012, llegando a colocarse en primer lugar como el tema de mayor preocupación para los dominicanos(as).
Distintos factores influyeron en este positivo cambio, entre estos la salida del poder de Leonel Fernández y su lucha a los interno del PLD con Danilo Medina y su grupo, así como la instancia legal interpuesta ante la Procuraduría General de la República por Guillermo Moreno contra Fernández, Víctor Díaz Rúa y Félix Bautista a quienes acuso del déficit fiscal de 187 mil millones de pesos, déficit que fue consecuencia del esquena de sobrevaluación de obras, por desfalco y prevaricación entre otros ilícitos.
A lo expuesto se agrega la Denuncia Querella presentada por Guillermo Moreno, el jueves 24 de enero del 2013, ante la Fiscalía del Distrito Nacional contra Leonel Fernández/FUNGLODE, donde se reclamaba a las autoridades competentes investigar al mencionado ciudadano quien usó su condición de presidente de la República para la práctica de prevaricación, perjurio y lavado de activos, en todo lo cual la fundación que también presidia (FUNGLODE) resultaba receptora principal de un millonario trasiego de dinero.
Este contexto, junto a la presión de poderes facticos exógenos que veían lesionadas sus inversiones en el país por una competencia desleal proveniente del poder político, incentivado por la admisión pública de la empresa brasileña ODEBRECHT de haber pagados, en concepto de sobornos, un mínimo de 92 millones de dólares a políticos y funcionarios públicos dominicanos dio pie al surgimiento de un vigoroso movimiento popular por el fin de la impunidad y la corrupción denominado Marcha Verde. Este movimiento estremeció el país y puso ante el paredón moral a la casta política dominante.
Así, este tema no tan solo dominaría el debate público nacional, sino que resultaría ser el factor central que motivó la merecida derrota electoral del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), poniendo fin a su reinado de 16 años continuo en la administración del Estado.
Este nuevo aniversario del Dia Internacional contra la Corrupción nos encuentra bajo un nuevo gobierno cuyo principal acierto resulta ser la designación de un Ministerio Público, bajo la jefatura de la Procuradora General Miriam German, que ha actuado con un nivel de independencia propio de una aspiración mediana ciudadana y de lo que ordena el funcionamiento de un país regido por un Estado de Derecho.
Aun así, la sociedad aspira a que en su proceder el Ministerio Público cumpla con el mandato de ley de que ante la Justicia todas y todos resultamos iguales. Que en la República Dominicana no hay corruptos preferidos y que, por tanto, quienes hayan cometidos actos de corrupción en la función pública, sin importar haber sido aliados políticos circunstanciales del actual gobierno, serán investigados y si hay méritos suficientes sometidos a la justicia, condenados y recuperados el dinero y los bienes públicos robados.
(El autor es dirigente político residente en Nueva York).
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