Mike Petriello/MLB.com
El venezolano Félix Hernández, elegible para el Salón de la Fama por primera vez este año, se encuentra en medio de un punto de inflexión en la historia del béisbol.
Con 169 victorias, una efectividad de 3.42, un solo Premio Cy Young y una carrera que esencialmente terminó a los 30 años, no se ajusta a la forma tradicional de pensar sobre los lanzadores legendarios. Pero con sólo de 49.7 WAR (114º entre los lanzadores abridores), es posible que tampoco tenga el apoyo que esperarías del nuevo estilo de pensar. Es una situación complicada, y una que los votantes del Salón de la Fama tendrán que considerar posiblemente durante la próxima década, presumiendo que Hernández logre al menos el 5% del total de votos que necesitará para permanecer cada año.
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Hay mucho que me gusta de la carrera de Hernández, y en un mundo donde Sandy Koufax — otro lanzador que dominó en sus veintes y luego se retiró — fue elegido al Salón de la Fama en su primera oportunidad, no puedes descartar que Hernández siga el mismo camino. ¿Puedes?
Los argumentos en contra …
En realidad, hay dos argumentos en contra: Los tradicionales y los de métricas avanzadas. Los tradicionales son extremadamente fáciles de hacer, que es que no lanzó suficientes entradas, no ganó suficientes juegos, no evitó suficientes carreras. A lo largo de su carrera, Hernández ganó 169 partidos y lanzó 2,729.2 entradas.
Entre los lanzadores nacidos después de 1900, siete que no son cerradores y con menos de 170 victorias y 2,800 entradas lanzadas han llegado al Salón de la Fama, lo cual suena prometedor, pero en realidad no lo es, porque cinco de los siete pasaron la mayor parte o toda su carrera en las Ligas Negras, para las cuales sabemos que no tenemos un registro estadístico completo. Los otros dos fueron Dizzy Dean, un miembro de los «Gashouse Gang» de los Cardenales de la década de los 1930, y Koufax, un ganador de la Serie Mundial en cuatro ocasiones que lanzó cuatro juegos sin hit ni carrera y ganó tres Premios Cy Young.
Tanto Dean (131 de EFE+) como Koufax (también 131) fueron mejores en la prevención de carreras que Hernández (117); tanto Dean como Koufax ganaron premios a Jugador Más Valioso; y ambos brillaron en la Serie Mundial. Eso es algo increíblemente injusto para Hernández — no es culpa suya que los Marineros nunca llegaran hasta allí — pero tampoco será un punto a favor para él en la mente de los votantes de hoy. Si el argumento es «bueno, Dean y Koufax lo hicieron,» entonces Hernández aún tiene una distancia que cerrar entre él y ellos, desde la perspectiva tradicional.
Él también lo sabía, diciendo a MLB.com durante su breve intento en el 2021 de unirse a los Orioles que pensaba que necesitaba alcanzar 200 victorias y 3,000 ponches.
Pero, a medida que el juego sigue evolucionando, el argumento tradicional para evaluar a los abridores se vuelve cada vez menos relevante. No se tratará de victorias y episodios lanzados, porque no puede ser así. Se tratará de evaluar a un lanzador en comparación con los contemporáneos de su época; de lo contrario, ningún abridor volverá a entrar.
Entonces: ¿Qué pasa con las métricas más avanzadas? Es fácil usarlas para dudar en incluir a Hernández en la boleta también. Veamos a algunos contemporáneos en las mismas categorías entre los lanzadores abridores, ¿de acuerdo?
WAR. 49.7, 114to, similar a Jimmy Key y Jamie Moyer.
JAWS. 44.1, 113ero, similar a Frank Viola y Roy Oswalt.
WAA. 24.4, 63ero, similar a Jimmy Key and Orel Hershiser.
¿Qué es «JAWS»? Es una versión específica del Salón de la Fama de WAR en Baseball-Reference creada por el experto del Salón de la Fama y escritor de FanGraphs Jay Jaffe, quien intenta dar más crédito al pico de siete años de un jugador, lo que precisamente impulsa a figuras de corta duración como Koufax y Hernández. WAA es Wins Above Average (Victorias Por Encima Del Promedio), que es muy similar a Wins Above Replacement (WAR, o Victorias Por Encima Del Jugador Reemplazo), excepto que se compara con un jugador promedio, y ¿no es eso lo que debería ser un miembro del Salón de la Fama?: Mucho mejor que el promedio, no sólo un suplente.
Si buscas un caso obvio, las estadísticas avanzadas más prominentes tampoco te ayudarán a simple vista. Entonces, ¿cuál es el argumento a su favor?
Los argumentos a su favor…
Tiene que haber un argumento a favor, y lo hay — potencialmente bueno, dependiendo de cómo veas estas cosas. Dos de ellos, en realidad.
Porque el pico así de bueno.
En enero del 2024, llegamos a la conclusión de que un buen punto de partida sería ver con qué frecuencia el mejor lanzador del deporte a lo largo de un período de siete años entró o debería entrar, y fue satisfactorio: Dieciséis de los últimos 20 líderes en WAR a lo largo de períodos de siete años ya están dentro o claramente estarán en el Salón de la Fama (como Max Scherzer y Clayton Kershaw). Dos de los que no lo hicieron, Roger Clemens y Curt Schilling, tenían argumentos obviamente dignos, pero fueron marginados por problemas fuera del terreno.
Hernández no ocupó el primer lugar en ningún período de siete años, aunque fue segundo del 2009 al 2015 y tercero del 2007 al 2013 y del 2008 al 2014. ¿Es suficiente ser claramente un abridor de los tres mejores durante varios años? Tal vez, pero tampoco es toda la historia, porque el pico de Hernández no fue de siete años. Fueron nueve, quizás 10.
Desde el 2007 hasta el 2015, fue segundo en WAR sólo detrás de Kershaw, lo que significa que podrías decir fácilmente que Hernández fue el mejor lanzador de la Liga Americana durante prácticamente toda una década. Le faltaron tres outs para empatar la mayor cantidad de entradas lanzadas, y sólo cuatro serpentineros — uno ya en el Salón de la Fama y dos más que probablemente lleguen — tenían EFE+ mejor que el de Hernández, entre aquellos con por lo menos 500 entradas lanzadas.
Ese pico incluyó el Cy Young del 2010, cinco años con menciones en la votación para JMV y seis participaciones en el Juego de Estrellas. Entonces, ampliemos ese ejercicio de los mejores siete años a los mejores 10 años. Si eres el mejor serpentinero de todo el deporte durante toda una década, ¿no debería ser eso suficiente?
Si remontamos a 1950, hay 19 lanzadores que fueron los mejores del deporte durante un período de 10 años. Hernández es uno de ellos.
En el Salón de la Fama hay 13: Robin Roberts, Warren Spahn, Sandy Koufax, Jim Bunning, Don Drysdale, el dominicano Juan Marichal, Bob Gibson, Tom Seaver, Phil Niekro, Greg Maddux, el quisqueyano Pedro Martínez, Randy Johnson y Roy Halladay.
Serán exaltados claramente en un futuro cercano dos más: Max Scherzer y Clayton Kershaw
Los dos que no están son Dave Stieb y Ron Guidry
Y uno que puso números claramente merecedores de Cooperstown, Roger Clemens
¿Será Félix Hernández incluido?
Ésos son 16 de los 18 mejores jugadores que están dentro, estarán dentro o no fueron elegidos por problemas fuera del terreno. Entre el 2005 y el 2014, Hernández fue el mejor lanzador de Grandes Ligas.
¿No es suficiente ser el mejor durante toda una década? Si no lo es, es porque …
¿Qué nos perdimos realmente en sus 30?
El principal argumento en contra de Hernández, si puedes pasar por alto la falta de hazañas en la postemporada que de todos modos poco tenían que ver con él, es que dejó de ser un lanzador por encima del promedio a los 29 años y se retiró por completo a los 33, lo que llevó a esos números poco impresionantes de entradas, victorias y totales de WAR.
Dicho de otra manera: Nuevamente, al observar a los lanzadores nacidos después de 1900, Hernández fue el 12º mejor de todos los tiempos hasta su temporada de los 29 años, con nueve de los 11 por delante de él en el Salón de la Fama y Clemens siendo un caso especial. A partir de los 30 años, su valor fue … 0.0 de WAR. Lanzó, a veces, y no bien.
Hernández no necesitaba mantener un rendimiento de nivel estelar, porque había lanzado tan bien que incluso un rendimiento meramente promedio habría sido suficiente para completar sus argumentos. Un buen punto de comparación podría ser con CC Sabathia, un contemporáneo que también está en la boleta por primera vez este año.
Hasta los 29 años, eran bastante similares.
Hernández: 49.9 de WAR, 128 de EFE+ en 2,268 IL, ganador del Premio Cy Young de la Liga Americana en el 2010
Sabathia: 43.4 de WAR, 123 de EFE+ en 2,127 IL, ganador del Premio Cy Young de la Liga Americana en el 2007
A partir de los 30 años, fueron … extremadamente diferentes.
Hernández: 0.0 de WAR, 84 de EFE+ en 467 IL
Sabathia: 18.5 de WAR, 106 de EFE+ en 1,450 IL
Sabathia tuvo buenos años a los 30 y 31, pero pasó el resto de su carrera con los Yankees como un abridor decente, del medio de la rotación, propenso a lesiones y convirtiéndose en la definición de dejarlo todo en el terreno cuando se lesionó el hombro al realizar su último lanzamiento.
En los 30 de Sabathia, él era aproximadamente tan valioso como Danny Duffy, Doug Fister y Hisashi Iwakuma, serpentineros que nunca estarán cerca de una boleta del Salón de la Fama. ¿Deberían unas cuantas temporadas generalmente inolvidables ser la diferencia entre una probable selección de primer año y no estar en absoluto?
Por otro lado, como él no estaba lanzando esas entradas, alguien más tuvo que hacerlo, y eso también tiene su valor. Imagina a los Mariners del 2021, que terminaron a 2.0 juegos del Comodín, si hubieran recibido un rendimiento promedio (2.0 de WAR) de Hernández en lugar de, digamos, las 15 aperturas de -1.9 WAR que obtuvieron de Justus Sheffield. Todo importa.
De nuevo: Nada en este caso es sencillo.
Todo lo cual significa que …
Él lo quiere, obviamente. Cuando se le preguntó en el 2021 por qué estaba en los entrenamientos de los Orioles tratando de hacer un equipo que terminaría perdiendo 110 juegos ese año, fue bastante claro.
«El Salón de la Fama,» dijo Hernández. «Creo que tengo una oportunidad, pero tengo algunos números que necesitan mejorar. Si alcanzo esos objetivos, creo que tengo una buena oportunidad de llegar al Salón de la Fama”.
Nunca hizo un lanzamiento más en las Grandes Ligas. Los números tradicionales están en su contra. Algunos de los estadísticos avanzados más populares también lo son. Como Jaffe, el experto del Salón de la Fama, publicó mientras escribíamos este artículo, «Votaré por Sabathia en esta boleta, [pero] no estoy seguro de poder justificar votar por Hernández.» Es una tarea difícil; notarás que Key apareció varias veces como un comparable arriba, y recibió apenas tres votos en su único año en la boleta.
El mejor argumento para él, en realidad, podría ser el conocimiento de que en este momento, estamos cambiando lentamente la forma en que opinamos sobre los lanzadores abridores que llegan al Salón de la Fama, y ese proceso probablemente se acelere en la próxima década. Sería una pena si Hernández fuera el próximo Johan Santana o Lou Whitaker o Kenny Lofton, eliminado de la boleta después de un solo año, y para siempre considerado una oportunidad perdida.
Nada sobre la carrera de Hernández cambiará en la próxima década. La forma en que lo evaluamos podría cambiar.
Mike Petriello es analista de MLB.com.
https://www.mlb.com/es/news/el-rey-felix-al-salon-argumentos-a-favor-y-en-contra