Redacción (VOA).- Los precios del oro aumentaron este lunes más de 2,5 %, alcanzando así su mayor nivel en siete años, impulsados por la propagación de la epidemia del coronavirus fuera de China, lo que animó a los inversionistas a buscar protección en refugios seguros.
El potencial de una expansión global del coronavirus lanzó al metal a una cotización de 1.683,94 dólares por onza, muy cerca de los 1.688,66 alcanzados en febrero de 2013.
Los contratos a futuro del oro también reflejaron alzas de un 2,3 %, hasta los 1.686,40 dólares, mientras que el precio en euros llegó a un máximo histórico de 1.560,39 euros por onza.
En Europa, los mercados bursátiles luchaban con las malas noticias de nuevas infecciones por coronavirus en Italia y Corea del Sur y, en general, operaban con una baja de más del 3 %.
Los analistas señalaron que los mercados se tambalearon en enero al comenzar la epidemia, pero pronto se recuperaron cuando no vieron al coronavirus como una seria amenaza a las ganancias corporativas, pero ahora están revaluando la situación.
La principal preocupación son las advertencias de algunas compañías sobre el efecto que tendrá el coronavirus en sus cadenas de suministros y en la salud financiera en general.
En ese escenario, las inversiones en oro representan una medida de protección ante nuevos movimientos negativos de los mercados.
Algunos operadores opinaron que la demanda por el metal se mantendrá firme en el nivel de 1.600 a 1.650 dólares y que podría enfrentar poca resistencia para llegar a 1.700 dólares la onza.
La Organización Mundial de la Salud, OMS, ya expresó su preocupación por el creciente número de casos en el exterior sin claros vínculos con China.
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