A Pleno Sol
El cofresito o el barrilito deben ser erradicados del Congreso. No pasa de ser un ejercicio personal de poca importancia que un legislador informe que no lo va a recibir ni a utilizar. Los fondos para los planes sociales de los legisladores son una acción presupuestal, que solo se puede eliminar con el apoyo mayoritario de las bancadas.
Hasta el día de hoy no hay un solo legislador que haya sometido un proyecto de ley o de resolución mediante el cual se prohíbe entregar recursos económicos a las oficinas de los diputados y senadores. Se habla mucho pero no se actúa.
Los controversiales recursos serán erogados todos los meses por la Cámara de Diputados y el Senado, hasta que mediante resolución se elimine esa acción, que es criticada por toda la ciudadanía.
Pero hay una triste realidad, es difícil en el Congreso se consigan los votos para eliminar estos recursos que se reciben o se rechazan todos los meses. Lo ideal es que se presente el proyecto de ley, aunque sea derrotado.
Los diputados y senadores asumen obligaciones con sus electorales, y deben procurar que éstos tengan mejores niveles de vida. Pero su trabajo central no puede ser estar repartiendo funditas, pagando recetas y ofreciendo dinero.
Puede haber indelicadezas en aceptar los recursos, pero no hay un acto propiamente de corrupción. Los planes sociales de las oficinas de los diputados y senadores están avalado en el organigrama de las cámaras legislativas, con su asignación presupuestal.
En su momento fue apoyado por la gran mayoría de los congresistas, y en el transcurso de los años, únicamente un puñado insignificante ha dicho que no va a utilizar el depósito mensual, sino que lo donará a una institución de servicios.
Pero no hay diferencias entre que se entregue a una institución de ayuda social o que lo tome directamente el legislador. Es cortar el mantenimiento de esta erogación mensual de fondos. Muchos legisladores se ufanan de la gran cantidad de proyectos que han sometido en su ejercicio, pero ninguno lo intento con el cofresito o el barrilito.
Es una burla a la miseria y el abandono social de los dominicanos que se mantenga esta asignación mensual a los congresistas. La sensibilidad de los legisladores debe ser demostrada en la lucha por lograr la institucionalidad nacional, el mantenimiento de las normas democráticas, la libertad, la independencia y el estricto respeto a las libertades públicas .El barrilito o el cofresito tienen que ser eliminados. ¡Ay!, se me acabó la tinta.
(El autor es periodista residente en Santo Domingo, República Dominicana).
manuel25f@yahoo.com
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