Redacción (RT.com).-El republicano Donald Trump volverá a la Casa Blanca tras vencer a su rival demócrata, la vicepresidenta Kamala Harris, en las elecciones presidenciales de EE.UU. del 5 de noviembre.
El magnate llegó al final de su campaña, que estuvo marcada por intentos de asesinato, en uno de los cuales resultó levemente herido por una bala que le rozó una oreja. Trump figura en la lista de los 500 empresarios más ricos del mundo de la revista Forbes. Posee propiedades y hoteles en varias partes del mundo, además de estar involucrado en proyectos de construcción y bienes raíces.
Tras jurar el cargo, Trump se convertirá en el segundo expresidente en la historia de EE.UU. que recupera la Casa Blanca tras perder la reelección estando en el poder. Anteriormente, la misma situación pasó solo con Grover Cleveland, el 22.º y 24.º presidente de EE.UU.
Cabe mencionar que el político republicano, de 78 años, tiene actualmente la misma edad que Joe Biden cuando este obtuvo la presidencia y se convirtió en el mandatario de mayor edad en la historia de EE.UU.
Casos abiertos
Medios estadounidenses describen la elección de Trump como «una situación legal sin precedentes», debido a que fue declarado culpable de 34 delitos graves en mayo de este año. En el marco del caso —que convirtió a Trump en el primer exmandatario de EE.UU. en ser declarado responsable de la comisión de algún delito— este mes de noviembre tenía que ser sentenciado en un tribunal penal de Nueva York.
Además, el político republicano está involucrado en otro caso abierto, acusado por el fiscal especial Jack Smith de subversión electoral federal.
Por su parte, el presidente electo ha afirmado en repetidas ocasiones durante la campaña que todas las acusaciones en su contra son falsas, señalando que se trata de «caza de brujas» con motivos políticos y que buscará una «retribución».
De empresario a político
Donald Trump nació en Nueva York en 1946. Hijo del prominente empresario inmobiliario Fred Trump, conoció el entorno de los negocios de primera mano.
Tras licenciarse en ciencias económicas en la Escuela de Negocios Wharton de la Universidad de Pensilvania en 1968, se unió a la empresa familiar, a la que rebautizó como The Trump Organization.
En la década de 1980, sus proyectos inmobiliarios en Manhattan, como la remodelación del hotel Commodore y la construcción de la Torre Trump, llevaron a su emporio a un nuevo nivel.
Paralelamente, diversificó sus inversiones con la adquisición de varios casinos, la dirección del concurso de belleza Miss Universo (entre 1996 y 2015) y la producción del programa ‘The Apprentice’, que lo catapultó a una nueva ola de fama. El nombre de Trump llegó a marcas de restaurantes, colecciones de ropa, accesorios, perfumes, chocolates, juegos, etc.
Aunque los negocios de Trump no estuvieron libres de quiebras y controversias, el empresario logró mantener su imperio a flote, mientras su rol como presentador de varias ediciones de su ‘reality show’, sumado a su estilo audaz y empresarial le ayudó en su ascenso político.
Donald Trump admitió en los años 2000, 2008 y 2012 la posibilidad de participar en las campañas presidenciales, pero no fue hasta junio de 2015 que se postuló oficialmente para la carrera del año siguiente.
Su campaña se centró en temas como la inmigración, el proteccionismo económico y la crítica a las élites políticas. Además, su uso de Twitter para llevar sus ideas a las masas hizo que gane más apoyo, convirtiéndose en el 45.º presidente de EE.UU.
Su mandato estuvo marcado por fuertes enfrentamientos con los demócratas, que se tradujeron en dos intentos de destitución, así como la pandemia del covid-19 y una profunda polarización política.
Después de perder su intento de reelección en 2020 frente a Joe Biden, Trump mantuvo su influencia dentro del Partido Republicano, con el que sigue desde 2012, tras haber cambiado varias veces su afiliación política.
En lo que respecta a su vida personal, Trump ha estado casado tres veces y tiene cinco hijos. Al igual que sus negocios, sus relaciones familiares han sido el centro de la atención mediática.
Trump se enfrenta a varios casos penales en tribunales federales y locales, que considera motivados políticamente para ayudar a la campaña demócrata. Algunos de los cargos más graves suponen hasta 20 años de prisión.
Promesas electorales
La visión política y económica de Trump para los próximos cuatro años, reflejada en sus promesas de campaña y diversas entrevistas, refuerza muchos de los conceptos que promovió durante su primer mandato.
Economía
Trump aboga por fomentar el crecimiento económico mediante recortes de impuestos, la desregulación y un fuerte apoyo a la industria nacional, que revitalizaría la producción interna y crearía empleos bien renumerados.
Dando prioridad a los fabricantes estadounidenses antes que los extranjeros, se busca que vuelvan al territorio nacional las cadenas de suministro críticas.
En su programa electoral, Trump propone aumentar los aranceles sobre importaciones como un método para financiar la reducción de impuestos internos. En particular, esto se refiere al comercio con China, a la que acusa de «competencia injusta».
En esta línea y para impedir la expansión económica china, se plantea bloquearle al gigante asiático la compra de bienes raíces y empresas en sectores estadounidenses, además de eliminar gradualmente las importaciones de productos esenciales y de automóviles desde China.
Para apoyar la industria local, se propone prohibir que empresas que subcontratan trabajos en el extranjero hagan negocios con el Gobierno Federal.
A diferencia del enfoque demócrata, Trump y su partido intentarán liberalizar el sector de criptomonedas y levantar las regulaciones que impiden el desarrollo de la inteligencia artificial.
Impuestos
Trump ha propuesto más desregulaciones en este ámbito y extender los recortes y exenciones impuestas temporalmente bajo su presidencia en 2017. La ley de ese entonces redujo el impuesto corporativo del 35 % al 21 %, entre otros.
Asimismo, el republicano ha propuesto la eliminación de los impuestos sobre las propinas e incentivos fiscales para quienes compran una casa por primera vez. También se plantea liberar parcelas de tierra federal para la construcción de viviendas y reducir las tasas hipotecarias mediante medidas antiinflación.
Energía
Trump aboga por levantar las regulaciones que restringen la producción energética de EE.UU. En este sentido, contempla el aumento del uso de todos tipos de energía, incluidas fósiles y nuclear, como la vía hacia la independencia energética y un método para reducir la inflación, garantizando electricidad asequible para todos.
Inmigración
El programa republicano en esta cuestión supone revocar la política de ‘puertas abiertas’ de los demócratas, completar la construcción del muro fronterizo en el límite con México, y reforzar el personal fronterizo con mayores competencias y con apoyo de tropas actualmente desplegadas en el extranjero.
Se planea reimponer las prohibiciones de entrada desde países indeseables, como los de mayoría musulmana, y restaurar la política como ‘Quédate en México’ y ‘Título 42‘, que facilitaban el rechazo de entrada. Asimismo, prometió acabar con la ciudadanía por nacimiento para los niños cuyos padres se encuentran en EE.UU. ilegalmente.
Al vincular la violencia armada y drogas con la inmigración, Trump y el Partido Republicano planean lanzar el «mayor programa de deportaciones en la historia» estadounidense para los inmigrantes que entran ilegalmente y cometen otras violaciones de las leyes locales. Se supone revocar también los visados de los extranjeros que apoyan el terrorismo y el yihadismo.
Educación
El programa electoral de Trump supone cerrar el Departamento de Educación en Washington D.C. y devolverlo a los estados, desde donde se gestionaría el sistema educativo del país.
El plan estipula permitir varios modelos educativos con apoyo público. Para reducir el coste de la educación superior, los republicanos apoyan la creación de alternativas adicionales, más asequibles a un título universitario tradicional de cuatro años.
Se subraya la necesidad de impedir que las escuelas financiadas con dinero público promuevan la transición de género. También se plantea mantener a los hombres fuera de los deportes femeninos y prohibir que los contribuyentes financien cirugías de cambio de sexo.
Política exterior
Los republicanos promueven centrar la política en los intereses estadounidenses más esenciales, empezando por proteger el territorio, el pueblo y las fronteras estadounidenses.
Se planea reforzar las alianzas de EE.UU. asegurándose de que los aliados cumplan sus obligaciones de invertir en la defensa común, lo que corresponde a las reiteradas exigencias de Trump de que los miembros europeos de la OTAN lleguen a la meta del 2 % del PIB para gastos militares.
En paralelo, su programa contempla buscar restablecer la paz en Europa. Al respecto, Trump ha declarado repetidamente que, en caso de ganar los comicios, conseguirá en 24 horas un acuerdo de paz entre Rusia y Ucrania, ya que asegura tener una buena relación con los líderes de ambos países.
Acerca del conflicto en Gaza, Trump ha manifestado su apoyo a Israel y a la causa de paz en Oriente Próximo. Según el político republicano, el ataque del 7 de octubre del año pasado nunca habría ocurrido si él hubiera estado en el poder.
En lo que se refiere al Indo-Pacífico, promete defender la existencia de «naciones fuertes, soberanas e independientes» en la región, que prosperen en paz y comercio con los demás.
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