Tengo la impresión de que, desde tiempos inmemoriales, el amor y el dinero, han tenido muchos encuentros «fortuitos» que, como todo, han ido bien y han ido mal…
¡Latamos! ¡ Quizás como nunca antes en la historia, el amor es algo que se está «yendo pal’ carajo». No es que antes no hubiera necesidad y la gente tuvo que «venderse» en pro de alcanzar a tomar «ese bocado» tan necesario y vital, pero creo que gracias a la tecnología, «eso» se ha «viralizado».
Entregar su cuerpo, su libertad, su esencia, lo que «usted es» y «quiere», es algo que amerita de mucha necesidad y hasta de «cierto descaro».
Esta vida, tan única y breve, es una aventura que requiere del concurso de almas valerosas. Almas comprometidas consigo mismo y dispuestas a echar la pelea con tal de mantener «el equilibrio» y «la limpia y clara» mente de «entender este momento».
¿Qué queda al final de la vida o que se busca en su trayecto? Ninguna de las dos preguntas guarda una respuesta fiable. No lo sabemos, así «intentemos» y nos resistamos en «creérnoslo» que sí.
Lo cierto es que «muchos» escogen el camino «más fácil», y no es que esté mal, pero tampoco bien, ¿entonces? ¡Bueno! Meterse en «estos líos» en los que uno no sabe la perra vida del otro, es un asunto engorroso, además de estar metiendo la cuchara donde no me compete…
¡Pero si puedo dar «mi humilde» opinión al respecto, aunque no me la hayan pedido! …
En mi caso personal, no me ha tocado «jugar» entre ambiciones personales y sentimientos «flojos». Me ha tocado la que me ha tocado, y aunque algunas de ellas han estado muy bien en lo económico, nunca he visto «eso» como «un agregado a considerar».
Debe ser triste; acostarse con alguien por la que uno no sienta nada, disimular el amor tiene que ser un arte desconocido por mí, del que algunos se habrán hecho expertos. Un oficio más para ganar ‘dinero’…
Seguro que «el receptor» no ha de ser tan tonto y se dará cuenta «del interés» que tiene en su cama, una mercancía más que habla, besa, entre otras cosas que todos perfectamente imaginamos. Por lo que «el negocio consentido» fluye entre papeletas, perfumes y demás «utensilios» aromáticos que «colaboren» con «el asunto»…
Algunas de «esas Diablas» y «Diablos» que conozco han tenido «la suerte» o la «precaución» de arrimarse a un colchón abultado de dinero y de un poseedor «algo entrado en años», para que «el sacrificio» no sea tan prolongado y tenga «fecha de expiración»…
Los millones andan perdidos y las zorras y lobos gozan de buen olfato, claro que hay diversas categorías y «urgencias» en las que «esas loterías», como todas, son difíciles de «pegar».
En conclusión, para no hacer muy prolongado el asunto, cada cual hará lo que «entienda». Con dinero o sin él, el amor es algo puro y contiene unas emociones tan hermosas que no hay plata que pueda pagarla.
Vale la pena tener esa experiencia sin involucrar «el bienestar» monetario, de lo contrario caeremos en un abismo del que será difícil encontrarle fondo.
Sueñe, construya, camine. La vida, acompañada del amor, suele soportar las más amargas dolencias y escasas situaciones. No es lo mismo dormir en sabanas de seda con quien no sentimos nada que en una cama de palo, pero rodeados de amor.
El placer, como el deseo, son aves de corto vuelo. Solo el amor navega todos los cielos y las más abundantes tormentas. Dinero y amor podrían combinarse en armonía si el amor se impone más que cualquier otra intención escondida. ¡Salud! Mínimo Dinero.
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(El autor es artista plástico dominicano residente en West Palm Beach, EEUU).