Montecristi (República Dominicana).- Residentes en el sector Pueblo Nuevo, de Manzanillo, denunciaron la zozobra e intranquilidad a la que son sometidos por el propietario de un «drink», ubicado en la parte final de la calle 27 de febrero, ya que el negocio se mantiene abierto y con alta música hasta la 4:30 de la madrugada, razones por la cuales dormir se convierte en una pesadilla en esa área del sector.
Explicaron que el reggaetón sale desde el lugar, «sin ningún control», afectando el tímpano de los oídos de los vecinos, y la mezcla musical retumba estremeciendo ventanas y objetos.
«Cuando ellos prenden la música, uno no puede hablar por teléfono ni ver televisión», dijo una residente del lugar, quien lamentó lo que vive a diario.
«Es una verdadera calamidad lo que estamos pasando, borrachos y desaprensivos vociferando palabras impublicables, los altos sonidos de los vehículos con música alta, convierten el sector en un verdadero infierno ya que en las horas que se supone debemos descansar para iniciar la jornada de trabajo al siguiente día, amanecemos cansados porque ese negocio nos quita el sueño», denunció un comunitario que no quiso ofrecer su nombre por temor a represalias.
Otro de los residentes indicó que «lo que afecta a nuestros vecinos se denomina formalmente contaminación sónica», la cual es definida como un exceso de sonido que altera las condiciones normales del ambiente en el vecindario.
Señaló que esta contaminación actualmente se refleja negativamente en la salud y la calidad de vida del sector Pueblo Nuevo, en Manzanillo.
Según explicaron algunos de los residentes del lugar, las fiestas son organizadas con mayor frecuencia de viernes a domingo, con decenas de personas concentradas, violando las normas de seguridad y las demás medidas sanitarias para prevenir el coronavirus, frente a una pandemia que rebrota en Manzanillo.
«La música la encienden a todo volumen a las 8:00 y 9:00 de la noche y es apagada entre las 3:00 a 4:00 de la madrugada, cuando se supone que tenemos que levantarnos temprano para ir a trabajar», declaró otro de los vecinos donde opera el «drink», cuyo nombre no fue ofrecido. Tampoco la identidad del propietario.
Otros de los lugareños manifestaron que tienen meses que no pueden dormir ni descansar durante los fines de semana debido a esa situación y se quejaron de que a pesar de las constantes denuncias que realizan, los agentes de la Policía Nacional no hacen nada para solucionar el problema.
Los afectados hicieron un urgente llamado a las autoridades de la Policía y del Ministerio de Medio Ambiente, para que actúen y establezcan los horarios que bajo la ley deben funcionar en el «drink» y se establezcan las regulaciones a la contaminación sónica que allí se genera.
Pidieron a las autoridades establecer un horario antes de la medianoche para que los jóvenes puedan divertirse y escuchar música.
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