El tema es espinoso. El actual Departamento Nacional de Investigaciones (el DNI) nació con los doce años de Balaguer, a continuación de la invasión militar estadounidense del 1965, con auspicio de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y financiamiento (60% del presupuesto) de su Agencia Internacional para el Desarrollo (AID), ahora USAID.
En el contexto de la “guerra fría”, el DNI se implantó pegadita al Palacio Nacional y operó -empapado de anticomunismo- como instrumento de represión antipopular y terrorismo de Estado: espionajes, acosos represivos, apresamientos, interrogatorios, deportaciones, impedimentos de entrada al país, torturas, secuestros y asesinatos.
Los servicios de inteligencia de Fuerzas Armadas y Policía Nacional J2 (Secretaría), A2 (Aviación), M2 (Marina) y SS (PN) se conectaban con el DNI de abajo hacia arriba y suministraban sus respectivas informaciones, que a su vez nutrían al Presidente Balaguer y su entorno criminal. El SS de la PN, madriguera de asesinos, hacía gran parte del trabajo sucio. La Estación de la CIA en el país tenía –y tiene- su oficina en el mismo edificio y desde allí traza las pautas.
En aquel periodo dos de sus jefes, Contraalmirante Valdez Albizu y General Padilla Medrano fueron sindicados como agentes estadounidenses, lo que parece ser una constante. Ese esquema se ha mantenido hasta la fecha, con variaciones de actores y degradaciones progresivas hasta la putrefacción. Concentrado en sus crueles funciones asignadas por la CIA y la oligarquía capitalista asociada a EU, el DNI nunca actuó contra la corrupción en ningún periodo, lo que implicó protección de la corrupción balaguerista y las que le sucedieron en el ejercicio del gobierno, congreso y alcaldías: PRD, PLD y PRM.
Con los gobiernos del PRD, menos represivos, entonces entró con fuerza el clientelismo y se expandió en su seno la corrupción “democratizada”, antes más centralizada… hasta “cualquierizar” membrecía y funciones. La narco-corrupción creció y todo esto escaló a las nubes en las Administraciones del PLD… hasta incorporar ese cuerpo a esa Corporación mafiosa teñida de morado.
Su estado actual es para disolverlo y crear un órgano soberano, no para ocultar el rol de la CIA en sus entrañas y cumplir el mandato gringo de adecuarlo como Dirección Nacional de Inteligencia-DNI; situándose como factor fundamental de una federación de órganos de inteligencia militar, a ser “controlado” ahora por el Presidente (¿nuevo mesías?), como si él y los anteriores mandatarios no fueran designados “Comandantes en Jefe”, responsables del DNI durante sus gestiones de gobierno. Y LUIS SOTO, ¿dónde se hizo experto en inteligencia? ¡Transparéntelo!.
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(El autor es dirigente político residente en Santo Domingo, República Dominicana).
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