Por Rafael Méndez
«Sin grandes hombres no se consiguen grandes acciones».
Para Charles de Gaulle «las particularidades individuales de las personalidades eminentes determinan el aspecto individual de los acontecimientos históricos».
A manera de introducción:
Para el suscrito «no es un hecho fortuito» que «análisis imparciales» hayan iniciado la publicación de escritos sobre caudillismo y liderazgos en los que coinciden en advertir que se están «cerrando los ciclos», y que «ojalá la coyuntura 2024» les corte el paso a esos «actores políticos más resistentes al relevo».
También coinciden en su mención al expresidente Leonel Fernández con lo que dejan claramente establecido que su objetivo es hacer creíbles sus argumentos, hacerlos creíbles, de manera que puedan afectar la creciente ascendencia en las preferencias electorales del líder de la Fuerza del Pueblo.
Para el suscrito son subterfugios banales, y que esos escritos no son hechos fortuitos, pero si una evidente demostración de que quienes adversan a quien se ha posicionado en el imaginario colectivo como el líder de la oposición, se les está haciendo difícil y tarde.
Marco conceptual
Ante todo, me permito compartir el concepto que recabé del doctor Google, que define la «individualidad» como la «característica particular de la personalidad de un individuo que lo distingue singularmente de los demás».
Cuando indago con Wikilibro me refuerza de manera más puntual el concepto individualidad: «Se trata de un concepto dependiente del estado espiritual del sujeto, de sus valores y su aspiración hacia lo trascendental (entiéndase Patria, Humanidad, familia, religión, etc.)».
Reproduzco las dos definiciones precedentes porque entiendo que son concepto que me sirven de base para sostener que el individuo, como persona, tiene la genialidad, la capacidad de visualizar la realidad objetiva y subjetiva, y variar el curso de la historia.
Ese es el líder o los líderes, para el caso que nos ocupa en este trabajo, aquellos seres humanos, repito, como individualidad, que son los líderes en cualesquiera de las dimensiones humanas, portadores de «las grandes ideas que pueden cambiar la historia».
Coincidentes características
En el libro «El mito del líder fuerte», con el subtítulo «Liderazgo político en la Edad Moderna», recomendado por el Bill Gates por ser «el mejor libro sobre liderazgo que he leído», el autor Archie Brown, establece que «un líder fuerte es algo bueno. Aunque haya más de una forma de interpretar esta expresión suele hacer referencia a un líder que ejerce un gran poder, contra en gran medida las policías públicas y a su partido político, y toma las grandes decisiones».
«Y cuando se nos pregunta qué habría ocurrido si no hubiera existido Napoleón, nuestra imaginación se embrolla y nos parece que sin él no hubiera podido producirse todo el movimiento social sobre el que se apoyaba su fuerza y su influencia…Las particularidades individuales de las personalidades eminentes determinan el aspecto individual de los acontecimientos históricos»
Gueorgui Plajanov, conocido como el fundador del marxismo ruso, deja establecido lo anterior en su libro «El papel del individuo en la historia»… aunque entiende que «hay que reconocer que la causa última y más general del movimiento histórico es el desarrollo de las fuerzas productivas, que son las que determinan los cambios sucesivos en las relaciones sociales de los hombres».
El fenecido presidente de Estados Unidos, Richard Nixon, en su libro «Líderes», le atribuye a Charles de Gaulle, la afirmación de que «sin grandes hombres no se consiguen grandes acciones, y los grandes hombres poseen esa grandeza porque tuvieron la voluntad de acometer grandes acciones…la fórmula infalible para colocar a un líder entre los grandes tiene tres elementos: un gran hombre, un gran país y una gran causa».
A manera de conclusión
Huelga destacar que de los más grandes y trascendentales acontecimientos históricos que se han producido en las naciones, continentes, regiones, y que muchos de esos hechos han marcado la marcha del mundo entero, han dependido fundamentalmente de la visión, concepción e interpretación de la realidad social, económica y política, en una determinada coyuntura, de un individuo, de un individuo, como persona.
John P. Kotter, una de las principales autoridades en el campo del liderazgo, en su libro «La verdadera labor de un líder», establece una diferencia entre gerencia y de liderazgo: «Liderazgo no es lo mismo que gerencia, y la fuerza primaria detrás de un cambio exitoso, de alguna significación, es el primero, no el segundo».
(El autor es periodista y exdiputado, residente en República Dominicana).
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