A Pleno Sol
La solución a la crisis general que vive Haití, tiene como ingrediente central la utilización de las armas. El desborde de las pandillas, conlleva que se necesita una poderosa fuerza de seguridad que le haga frente. Pero en Haití no hay policías ni guardias.
Una intervención militar no será la solución. Las Naciones Unidas ya desembarcaron allí a los Cascos Azules, y los resultados de esa misión fueron desastrosos.
Estados Unidos y Canadá son de los principales responsables de la crisis haitiana. Ellos quieren encontrar soluciones, sin ensuciarse las manos y manteniendo las botas lustradas. Quieren intervención militar, pero que otros países aporten los soldados y los muertos.
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas tiene el veto de China y Rusia para enviar otra misión de Cascos Azules. Sin unanimidad de votos, la ONU no puede organizar una fuerza expedicionaria.
No se olvide que recientemente Canadá propuso establecer en el país una oficina para el adiestramiento de las futuras fuerzas de seguridad haitiana. Además, siempre ha buscado que el territorio nacional sirva de refugio y campamento a haitianos desplazados por la violencia.
El gobierno dominicano se tiene que mantener al margen de cualquier solución militar para Haití. Los Estados Unidos es la primera potencia del mundo y no necesita a los dominicanos para solucionar el caso haitiano.
Con una fuerza interventora africana en Haití, se agudizará el problema y se alejaran las soluciones. Los pandilleros no van a ser aplastados por soldados extranjeros. Forman grupos que reciben apoyo de comerciantes y políticos y podrían subsistir en la lucha armada.
No sería descabellado que un jefe de pandillas reciba la amnistía y pase a ser el nuevo hombre fuerte de Haití. En ese país, talvez el más pobre del mundo, nunca ha florecido la libertad y la democracia.
Para la República Dominicana lo trascendente es que el gobierno no se involucre en buscar fórmulas de una salida militar para Haití.
Dejemos fuera de nuestra área ese volcán en erupción. Evitemos pisar tierra resbaladiza y enjabonada, al ser parte de las soluciones militares para Haití. Los problemas haitianos, se tienen que resolver en Haití. ¡Ay!, se me acabó la tinta.
manuel25f@yahoo.com
(El autor es periodista residente en Santo Domingo, República Dominicana).
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