¿Será que el «famoso todo» incluye también «a la famosa nalga, perdón, «nada»?
El asunto parece complicado. ¿De qué manera podríamos explicar el todo sin la nada? O de la misma forma, la nada, será, ¿todo aquello que rodea al todo? O quizás deberíamos de quitarnos de la cabeza que, en verdad, ¿»la nada no es nada»?… aquí si nos jodimos tratando de explicar esto.
Si la nada es nada, o no lo es, entonces; ¿Para qué siquiera mencionarla? No existe y punto, pero… ¿Y si la nada si es algo? ¿Si eso que no vemos ni sentimos ni «padecemos» está compuesto de «algo» que no entendemos por qué no estamos capacitados para ello?. Entonces, sigamos hablando mierda.
Tengo toneladas de amigos, que semanalmente van a mi estudio a filosofar, o como yo ya tengo bien claro, «a hablar mierda». Me quedo callado observándolos uno a uno, «su seguridad», sus teorías manifestadas con una seriedad «convencedora», «sus propias experiencias» inexplicables también y un sinnúmero de números de primer y quinto «nivel» de dimensión…
Sócrates me susurra al oído una y otra vez. ¡Mierda! ¡Mierda! Y así me he inspirado a nombrar, imaginariamente, a un programa en vivo al que, por supuesto, nombraría «Hablando mierda». Bueno, me van a disculpar los viejitos que no están acostumbrados a este lenguaje ordinario y abierto, pero en estos tiempos de «Dembow» ya las cosas se dicen como son, sin lujos, ni tapaderas. Vulgares y «temerariamente» sensuales…
Sócrates, solía entrar en el diálogo haciendo preguntas, por cierto, ahora no estoy seguro si era Platón o Aristóteles, no importa, el punto es que, «toda esa mierda» que se estaba hablando antes de llegar, Sócrates, perdía su encanto cuando este soltaba la pregunta ¿Por qué?, y ante la respuesta dada volvía Sócrates a preguntar. ¿Por qué? Hasta que el agraviado se quedaba sin respuesta.
Llegar al fondo del asunto «filosófico» no es lo mismo que llegar a «prácticas» dadas y adquiridas en diversos asuntos más concretos y que derivan de experiencias estudiadas y repetidas una y otra vez, dando resultados similares, como podría ser el afán de un dentista, ingeniero, doctor etc., etc., etc.
Pero alcanzar «la nada o el todo» son asuntos que están más allá de nuestra «concretización», ya que, en ocasiones, podríamos tener ciertos tipos de experiencia «extrasensorial» o fuera de «nuestra realidad» pero siempre sería de forma individual y fuera de testigos, salvo uno mismo…
Es allí donde empezamos cada uno a «tratar» de dar «nuestra teoría» de acuerdo a nuestro propio razonamiento, que es tan arcaico que nos resultaría «otro absurdo» tratar de explicar lo inexplicable. Yo mismo me lanzo a hablar mierdas que ni yo mismo daría por sentadas que son verdad, como este mismo latido, por ejemplo, pero es que estamos tan cagados ante los absurdos de la vida y su muerte, que de alguna manera «intentamos» «apaciguar» y darles esperanza a esos miedos.
De todas maneras, es divertido escuchar todas las teorías y hablar toda esa mierda que ponerse a escuchar «esa otra mierda» de la nueva música urbana, allí si «aparenta» existir un sentido más concreto a la naturaleza animal humana. El placer del cuerpo está de plácemes, aunque el atropellado estribillo turbe a la mente, lo cual logra a caudales neutralizar el intelecto hasta que un mantra se posiciona liberando al espíritu que quiere encasquetárselo a todos, logrando así la fusión del más allá con él más acá… «En un todo» por no decir un toto…
Bueno, ya que me estoy «plebetizando» vamos a dejar esta mierda para otro latido «más fino» y serio y que nos logre acercar un poquito más cerca a esos imposibles diarios que surcan veloces por mi estudio de arte. Aunque uno en el fondo tenga por seguro que, «cuando uno lo sabe todo, es cuando uno se da cuenta, que no sabe nada». ¡Salud!, y me disculpan las malas palabras, eso me pasó porque me fui tres días de dembow con una diabla, pero ya solté eso!. ¡Salud otra vez!. Mínimo Dembocero.
massmaximo@hotmail.com
(El autor es artista plástico dominicano residente en West Palm Beach, EEUU).
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