A Pleno Sol
El coronavirus tiene que ser tratado como un grave problema sanitario, con una amplia repercusión política, social y económica. Su prevención no debe caer en la furia partidista, ni en la tribuna de las disquisiciones.
Es difícil poder tratar en solitario una pandemia que está cambiando a la sociedad dominicana. Hay que intentar enfrentarlo en lo colectivo. En cada paso que se da, hay que tomar en cuenta la situación social del país.
El pueblo tiene que estar consciente de que una cosa son las medidas administrativas para viabilizar la puesta en marcha de la economía y otra las acciones puramente médicas. Mientras se abre el comercio y la industria, el virus sigue indetenible. Por suete la tercera etapa de apertura fue parada
En el mundo entero, la desesperación por la profunda crisis económica ha llevado a tener que tratar de lograr un retorno a una normalidad que no es posible. Lo ideal es que la etapa de cuarentena siga firme, y que haya restricciones para volver a la etapa de normalidad.
Tomando en cuenta la indisciplina natural de una mayoría de dominicanos, es seguro que no se podrá dar una buena combinación de convivencia con la pandemia. Si los ciudadanos no son respetuosos de las acciones científicas, podría haber una nueva alimentación del coronavirus.
Lo nuevo es tener que celebrar unas elecciones a nivel presidencial y congresual, con el temor de millones de salir a las calles, por considerar que se pueden infectar con facilidad. La socialización propagó la pandemia a nivel del país. En acciones partidistas, celebración de patronales y bailes de carnales, resultaron afectados cientos de ciudadanos, por lo que se debe tener paciencia.
En unas tres semanas son las elecciones, y corresponde a la Junta Central Electoral elaborar, conjuntamente con las autoridades, el protocolo sanitario, y de cómo se protegera a los empleados y a los votantes.
Por lo pronto ahora se puede ir a los supermercados y los bancos sin necesidad de hacer largas filas. Todo el que tiene un negocio que está cerrado lo quiere abrir. Otros demandan que sea levantado el toque de queda. Cuidado con complacer peticiones.
Hay que ser realistas. El virus no podrá ser moderadamente controlado si se eliminan las restricciones sanitarias, si se levanta el toque de queda, si los negocios donde la gente comparte, desde restaurantes hasta discotecas y colmadones.
Hoy, ante las puertas del viaje eterno, millones de dominicanos deben pensar en la unidad, en tratar de esta situación en familia y con su conglomerado de vida. Hay que postergar luchas insensatas, y rescatar los principios de la unidad y el consenso, para que podamos sobrevivir. ¡Ay!, se me acabo la tinta.
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