Redacción (OMS-PRESS).- El director de la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirmó este lunes que aún queda mucho trabajo por hacer para ponerle fin a la pandemia de COVID-19 y urgió a los Estados a no bajar la guardia, a acelerar la vacunación equitativa y a apoyar un tratado que prepare al mundo contra otra emergencia sanitaria de gran escala.
Durante la clausura de la 74ª Asamblea Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus adelantó que habrá una sesión especial de los Estados miembros de la OMS en noviembre para discutir ese posible acuerdo.
Con respecto a la situación actual, Tedros insistió en la necesidad de no relajar las provisiones ni protocolos sanitarios.
“Nos alienta mucho que los casos y las muertes sigan disminuyendo a nivel mundial, pero sería un error monumental para cualquier país pensar que el peligro ha pasado. El uso adecuado y coherente de las medidas de salud pública, junto con una vacunación equitativa, sigue siendo la salida”, aseveró.
En este sentido, instó a los Estados Miembros a comprometerse a haber vacunado al menos al 10 % de sus respectivas poblaciones para fines de septiembre y al menos al 30% para fin de año.
Recordó también que aún superada, la pandemia dejará una marca indeleble en todas las sociedades e individuos.
“Un día, esperemos que pronto, la pandemia quedará atrás, pero las cicatrices psicológicas permanecerán para quienes han perdido a sus seres queridos, los trabajadores de la salud que se han esforzado más allá de sus límites y los millones de personas de todas las edades que se enfrentan a meses de soledad y aislamiento”, recalcó el responsable de la OMS.
Con elogios no se paga
Por otra parte, Tedros subrayó la necesidad imperiosa de dar un mayor financiamiento a la OMS para que pueda cumplir con la tarea de brindar apoyo técnico y orientación a los países que la precisan.
“La capacitación de los trabajadores de la salud, los suministros críticos, los despliegues de emergencia y mucho más… Todo tiene que ser financiado. No podemos pagarle a la gente con elogios”, dijo.
Esta aportación de recursos beneficiaría a todos los países, explicó, ya que la población de cualquier Estado sólo estará a salvo si existe una responsabilidad compartida.
Lamentó que durante la pandemia se haya observado una inequidad de acceso no sólo a los suministros materiales para combatirla, sino también a la información y a los datos, los patógenos y las tecnologías.
Un tratado equitativo
Tedros aseveró que un tratado global de preparación permitiría una alerta temprana de posibles amenazas para la salud mundial, promovería el almacenamiento y la producción de suministros pandémicos, facilitaría el acceso equitativo a vacunas, pruebas y tratamientos, y proporcionaría una fuerza laboral de emergencia para gestionar las emergencias.
Añadió que todos los Estados miembros deben participar en el diseño de dicho tratado y que éste debe ser propiedad de todos por igual. “Tiene que ser verdaderamente representativo e inclusivo”, apuntó.
“Requiere una elaboración minuciosa y muy cuidadosa, pero también urgente. No tenemos tiempo”, acotó.
Las cifras globales de la OMS registraban casi 170 millones de casos y más de 3,5 millones de muertes por COVID-19 hasta el 30 de mayo de este año. En cuanto a las vacunas, hasta el 27 del mismo mes se habían administrado 1546 millones de dosis.
Durante la semana de trabajo de la Asamblea Mundial de la Salud, inaugurada el 24 de mayo, se adoptaron más de 30 resoluciones y decisiones sobre diabetes, discapacidades, violencia contra los niños, cuidado de la vista, VIH, hepatitis e infecciones de transmisión sexual, producción local de medicamentos, malaria, enfermedades tropicales desatendidas, enfermedades no transmisibles, enfermería y partería, salud bucal, determinantes sociales de la salud y orientaciones estratégicas para el personal sanitario y asistencial.
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