Santo Domingo (República Dominicana).- La politóloga y especialista en Derechos Humanos, Silvia Soto, consideró que las actuales circunstancias ofrecen al presidente Luis Abinader y el Partido Revolucionario Moderno (PRM) la oportunidad de esgrimirse como el primer gobierno progresista después del que encabezó el profesor Bosch en 1963.
Para la profesional, es tiempo de que la República Dominicana se encauce en el camino de reconocimiento de los Derechos Humanos de las llamadas «minorías».
Se refiere grupos que tradicionalmente no son parte de las estructuras sociales de poder, ni de los esquemas ideológicos y culturales de los grupos de poder dominantes ultraconservadores, como es el caso de las mujeres.
Recordó que, casi la totalidad de los organismos de Derechos Humanos en el mundo, entre ellos: Organización Mundial de la Salud, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la Corte Europea de Derechos Humanos, Amnistía Internacional, Human Rights Watch, el Comité de la ONU contra la Tortura, han declarado en los últimos años, que la penalización del aborto cuando la vida o salud de la madre corren peligro o cuando el embarazo es producto de una violación, constituye un acto están.
Destacó, que el país, conjuntamente con El Salvador, Honduras, Nicaragua y Haití, son los únicos que mantienen las restricciones completas al aborto en la región. con prohibición completa a la interrupción del aborto.
Recordó, que durante la gestión del presidente Leonel Fernández en 2009, República Dominicana aprobó una enmienda constitucional que declaró el aborto ilegal incluso cuando estuviera en peligro la salud de la madre.
Consideró que las consideraciones sobre cuándo realmente se inicia la vida, ha constituido el punto neurálgico del tema, ya que los sectores ultraconservadores encabezados por las iglesias alegan que desde la concepción, pero, que sin embargo investigaciones médicas publicadas en diversas revistas científicas indican, que los fetos sólo son capaces de sentir dolor a las 29 o 30 semanas, entre 6 y 7 meses de embarazo, puesto que las estructuras cerebrales donde se reconoce un estímulo desagradable son las últimas que se forman durante la gestación.
Entiende que el presidente Luis Abinader y el PRM, tienen la gran oportunidad de impulsar una visión progresista en su gestión, dando un paso hacia el reconocimiento de los Derechos Humanos de la mujer, ya, que la organización de las Naciones Unidas (ONU) se ha pronunciado, y determinado, que la prohibición y la penalización del aborto violan los derechos humanos; son discriminatorias y someten a las mujeres a un trato cruel, inhumano y degradante
Destacó, que a pesar de las fuertes presiones que existen en el país y en el mundo de parte de los sectores opuestos a la legalización del aborto, el presidente y su partido cuentan con la ventaja de que, según estudios, el 79 % de la población dominicana está de acuerdo con el aborto cuando está en peligro la vida de la mujer, el 76 % lo apoya por malformaciones del feto incompatibles con la vida y el 67 % cuando es fruto de violación o incesto y pederastia.
Puntualizó que es un tema de Políticas Públicas y Derechos Humanos y que la no legalización del aborto en sus tres causales, ha implicado, que, según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud, el 13 % de las muertes maternas en el país son consecuencia de abortos inseguros.
Consideró que la prohibición del aborto no ha impedido que los mismos se lleven a cabo, ya, que de acuerdo al informe del Instituto Guttmacher, en 2017, el 42 % por ciento de las mujeres en edad reproductiva vivían en los 125 donde el aborto estaba sumamente restringido (prohibido totalmente o permitido sólo para salvar la vida o proteger la salud de la mujer). Lo que significa, que dichas restricciones no han evitado que las mujeres se practiquen abortos.
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