Desde que se reportó la pandemia Covid-19, he observado que los medios de comunicación nos acorralan con los términos “variantes, cepas y mutaciones” y no nos explican en qué consisten puesto que son completamente diferentes en su comportamiento.
Confieso que la curiosidad siempre ha sido una de mis debilidades. Por eso, para salir de dudas y aclarar las cosas, decidí investigar el concepto y origen de cada término.
Durante los últimos meses, las noticias sobre posibles variaciones del coronavirus han sido el centro de atención por lo que esto supone para la salud pública y por las preguntas que generan en torno a la efectividad de las vacunas que se están administrando.
Es normal escuchar palabras como “mutación o cepa” y que se usen sin distinción alguna. En ese sentido, es necesario conocer las particularidades de cada concepto con el fin de no distorsionar la realidad ni difundir noticias falsas, como se ha estado haciendo.
¿Qué es una mutación?
Una mutación es un cambio en el ADN (conocido como Ácido Desoxirribonucleico), el material hereditario de los seres vivos. Es la proteína compleja que se encuentra en el núcleo de las células y constituye el principal exponente del material genético de los seres vivos. Por lo tanto, un cambio en el ADN de un organismo puede producir cambios en todos los aspectos de su vida.
Los virus mutan frecuentemente y esto no es una condición exclusiva del SARS-CoV-2. Hasta la fecha, las mutaciones que pueda tener el coronavirus no alteran la efectividad de las vacunas aplicadas a los humanos, pues estas le muestran al cuerpo la parte del patógeno que menos cambia. Así, cuando se vea expuesto al fenómeno viral, el organismo lo identificará y combatirá con el sistema de defensas que tiene preparado. Son las explicaciones científicas.
¿Qué son las variantes?
Cuando surge una o más mutaciones nuevas, se llaman “variantes” del virus original. Actualmente, diversas versiones del virus (SARS-CoV-2) que causan la enfermedad Covid-19 generan preocupación en los Estados Unidos.
Estas variantes incluyen las siguientes: Alfa. (B.1.1.7), Beta (B.1.351), Épsilon (B.1.427), Épsilon (B.1.429) y la Delta (B.1.617.2). Son mutaciones que empiezan a mostrar una apariencia diferente del virus. La británica, la sudafricana o la de Brasil, son algunas sobre las que se ha hablado y que está obligando a las naciones a aplicar una tercera dosis de refuerzo a la población como prevención de lo que pudiera suceder.
Una forma de comprenderlo, según los científicos, es imaginar al virus en un vestidor: “un día se pone un traje gris y, al siguiente, uno azul; más adelante, uno verde. Sigue siendo el mismo, pero con un atuendo distinto. Siempre y cuando la foto de la cara no se afecte, el sistema de defensas identifica el agente patógeno mientras dure la inmunidad otorgada por la vacuna. En el momento en que el virus empiece a salir con gafas, pasamontañas u otros accesorios que hagan difícil el reconocimiento de su rostro, las farmacéuticas deben actualizar las vacunas para mostrarle al cuerpo la nueva apariencia del virus”.
¿Qué son las cepas?
En el lenguaje coloquial del Diccionario de la Lengua Española, el concepto “cepa” es parte del tronco de un árbol o una planta que está bajo la tierra y unida a la raíz. Pero en microbiología, “una cepa es una población de microorganismos de una sola especie descendientes de una única célula o que provienen de una determinada muestra en particular, la que usualmente es propagada clonalmente, debido al interés en la conservación de sus cualidades definitorias”. (Fuente: Wikipedia).
La ciencia la imagina a una familia donde cada persona que la compone es una cepa y como ejemplo cita que la Covid-19, llamado científicamente SARS-CoV-2, “es una cepa de la familia de los coronavirus. A su vez, tiene un hermano mayor llamado SARS-CoV-1, que apareció en 2002”. Y aclara que “en la actualidad, no podemos hablar de una nueva cepa del virus, pues ya no sería Covid-19, sino que tendría que recibir otro nombre”.
Conocer la diferencia entre estos conceptos es importante para no creer en toda la información manipulada que difunden los diversos medios que toman como fuentes las declaraciones de especialistas y médicos relacionados con las empresas farmacéuticas que fabrican las vacunas anti virales. Cuando se trata de la salud, y ese es el punto, es fundamental acudir a fuentes expertas confiables, en este caso, médicos y autoridades sanitarias no comprometidas con esas multinacionales.
Pienso que nuestros periodistas, sobre todo los que cubren la fuente del Ministerio de Salud, deben tener claro esos términos al momento de publicar esas informaciones.
Desafortunadamente, no tenemos colegas especializados en asuntos de investigaciones de ciencia. Solo tenenos periodistas que escriben lo que nos suministran y no investigamos. Ha llegado el momento de revisarnos y de avanzar como profesionales.
La gente no distingue bien cuando le hablan de “variantes, cepas y mutaciones”. De ahí la importancia de especializarse en esa materia.
Ya tengo claro el significado de las terminologías. No me confundirán con publicaciones falsas y manipuladas.
Si entiendo un poco de temas científicos es porque siempre he sido atraído por la ciencia y le he dado seguimiento. Mi tesis de grado en la Universidad Autónoma de Santo Domingo se titula “Periodismo Científico y Medios de Comunicación” (creo que así dice el título, no recuerdo bien), la cual se puede verificar en la Biblioteca Central de esa institución.
Me atrevo a asegurar que fue la primera investigación de ese género, que se escribió en el país bajo la asesoría del fallecido profesor Lipe Collado y la colaboración del investigador español Manuel Calvo Hernando.
Escogí ese tema porque me apasiona la investigación relacionada con el origen del universo y de todos los seres vivos que comparten el planeta Tierra con la humanidad. Así conozco una versión distinta a la que ofrece la Biblia.
mvolquez@gmail.com
(El autor es periodista residente en Santo Domingo, República Dominicana).
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