A Pleno Sol
Ante el congelamiento de las ideologías, en las venideras elecciones dominicanas, en dos años, se impondrá la concertación, la oportunidad, el pragmatismo y los recursos económicos. La actividad partidista ha devenido en la feria de las facilidades, y más que causa social, el soporte son los amarres de intereses.
Si se analiza el basamento ideológico, ya ese espectro agoniza en el país. No es lo determinante en la vida política, donde el conseguir un empleo, el salto social, los contratos y la corrupción, son los aspectos fundamentales de la conducta, sea individual o colectiva.
Eso no quiere decir que los políticos sean delincuentes, o que entre ellos no haya mujeres y hombres serios y responsables. Todavía hay esperanzas de que despierte el accionar partidista y comprenda cuales son los problemas más urgentes del país.
Existe una alerta en torno a la abstención electoral. Si se cuentan los votos, los abstencionistas son los ganadores. Obtienen una mayoría significativa, sobre el partido que obtuvo más votos. Lo que hay que prestar es oídos a los reclamaos populares, del empresariado, de los profesionales, de los obreros, de los campesinos y de los desempleados.
Esa mayoría silente que tradicionalmente da el poder, ahora comienza a quedarse en sus casas, y no ser agente de decisiones. Ese segmento de clase que carece de voz y voto, necesita que se ponga el oído en su corazón. Pero en prioridad, todos los estamentos de la sociedad dominicana tienen que dejar escuchar su sentir sobre el rumbo que toma el país.
Todavía el cuadro es de optimismo. A pesar de los graves problemas que enfrenta la sociedad dominicana, al día de hoy es posible hablar del futuro placentero. Hay que comenzar a trabajarlo. El futuro se disfruta mañana o pasado mañana, pero hay que iniciar la construcción desde ahora.
Los políticos tienen que poner en su agenda de trabajo ir a la búsqueda de soluciones inmediata de los males que acogotan a los dominicanos. Los rigores de la violencia no se pueden obviar y esperar que surjan soluciones milagrosas, sino que se tienen que hilvanar de inmediato. La corrupción tiene que seguir siendo enfrentada y derrotada, con el sometimiento a la justicia de todos los violadores.
Creo en la madurez del liderazgo político dominicano y que para este largo camino hacia las venideras elecciones comience una estela de propuestas, de planteamientos que busquen reivindicaciones sociales, comprendiendo que siempre se debe imponer la concertación, la oportunidad y el pragmatismo. ¡Ay!, se me acabó la tinta.
manuel25f@yahoo.com
(El autor es periodista residente en Santo Domingo, República Dominicana)
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