Reflexiones en transición # 2
En los días posteriores a las elecciones se nos ha preguntado incesantemente sobre cuáles fueron, en nuestra opinión, las verdaderas razones por las que el PRM y su candidato presidencial Luis Abinader ganaron en la primera vuelta y, asimismo, por qué se cayeron los pronósticos de que habría una segunda vuelta electoral.
Quiero reiterar que no tenemos dudas de que nuestras aseveraciones en su momento y contexto eran lo real, se correspondían con lo que mostraban todos los estudios y encuestas de todos los partidos, inclusive de aquellas contratadas por grupos empresariales.
En ninguna vimos al PRM con más de 48 %. Claro está, sí tenemos que reconocer que existía una volatilidad en el electorado, que ensanchó la franja de margen de error de un 3 a un 5%, como me explicó la prestigiosa profesional Doña Lilian Pagán, de Asisa.
Sin embargo, es importante admitir que existieron dos condiciones a tomar en cuenta en procesos como los nuestros. Son los imponderables, aquellas situaciones no previstas que tornan adversas realidades y circunstancias.
Sería mezquino no aceptar que se produjo, días antes de la elección, una ola a favor del cambio, producto de las razones o de la combinación de razones que les mencionaré en 13 puntos desarrollados a continuación:
1- La Operación Remate. Cuando el equipo de estrategia de la campaña de Luis se dio cuenta de que no subían lo suficiente para ganar en la primera vuelta, ya que sus números no pasaban de 47 a un 48% y, por el temor a ir a una segunda vuelta que haría más costosa la victoria, tanto en lo económico como en acuerdos y compromisos, se idearon realizar un plan de crecimiento rápido que denominaron “operación remate”, nombre que alude a rematar o acción de acabar completamente una cosa, como lo define el diccionario.
En ejecución de esos planes sus ejecutores sabían que solo crecerían en dos direcciones: de un lado, terminando de debilitar al PRD, llevándole a casi toda su dirigencia y militancia, y de otro, llevándose a sus filas a sus aliados de oposición.
Contactaron a toda nuestra dirigencia, a la de la Fuerza del Pueblo y la de otros partidos, especialmente la del PRSC y la del BIS. No hubo un solo dirigente que no hubiera sido invitado a apoyarlos, llevándose con ellos a altos dirigentes, alcaldes, directores, regidores y vocales electos de nuestros partidos, algunos hasta en alianza electoral con ellos mismos.
Sé que existe mucho de oportunismo en nuestra clase política, pero en su interés de ganar pasaron por alto cualquier código de respeto y lo ejecutaron y lograron su objetivo. Al final las victorias lo justifican todo no importando el contexto en que sucedan.
2- Golpe perceptivo. El golpe perceptivo Gallup/Greenberg, un equipo silencioso pero efectivo, fue organizado semanas antes como un plan para hacer ganar al PRM en primera vuelta, creando una estrategia de percepción que indujera a los indecisos y al voto pendular a votar por quien las prestigiosas encuestas pronosticaban iba a ganar.
Gestionaron el concurso de sectores económicos en función de sus particulares intereses, quienes estuvieren deseosos de salir de esto en la primera cita comicial y, con evidente audacia que tomó desprevenido al propio gobierno, dieron un golpe de percepción demoledor en contra del candidato oficialista y de paso se llevaron las aspiraciones de Leonel Fernández.
Tuvieron el cuidado de hacerlo con mucha agudeza ya que solo tuvieron que proyectar la candidatura de Luis dentro del margen de error máximo favorable, que era de un 52 a un 54%, con esto se cubrían ante cualquier imponderable para mantener su profesionalidad asertiva, a la vez logrando su objetivo de influir decididamente en el electorado.
3- Radicalización de la Fuerza del Pueblo (FP). La radicalización de la Fuerza del Pueblo contra la candidatura de Gonzalo Castillo, que llegó hasta el final del proceso, le produjo una fuga de votos considerables.
Unos se devolvieron a votar por su PLD a sabiendas de las profundas diferencias y de los compromisos con los morados, otros, ya convertidos en antidanilistas pero convencidos de que Leonel no clasificaría, prefirieron votar por Luis y una parte importante que decidió no votar y se abstuvo.
La línea clara de Fernández de que no pactaría en una posible segunda vuelta con el PLD, sin lugar a dudas hizo presidente a Luis, por el axioma electoral del voto útil: para qué votar por ellos divididos y sin ninguna posibilidad de arreglo, para qué votar entonces por ellos… todos esos votos se fueron en masa hacia el cambio.
4- División del PLD. La división del PLD no hay duda de que es la causa mayor en la debacle peledeista. Los peores enfrentamientos y la mayor conflictividad durante todo el proceso de campaña no fueron entre perremeístas y peledeístas, sino entre leonelistas y danilistas.
Eso desmotivó a las bases de ese partido, les creó incertidumbre y el convencimiento de que serían derrotados. No importaron los llamados de atención de parte del Presidente Medina, ni siquiera el llamarlos “señoritos”, nada pudo construir entusiasmo ante la inminente división en los miembros de la tolda morada.
5- Conflictos internos entre dirigentes oficialistas. Los conflictos internos entre connotados dirigentes del mismo oficialismo allanaron el triunfo del PRM. Reconocidas diferencias entre los propios morados afectaron su unidad operativa, que echó por el suelo las aspiraciones del delfín presidencial. Sólo vean los resultados de las provincias Dajabón, Montecristi, Espaillat y La Romana, entre otras.
6- Neutralización de individuos claves. La efectiva política de neutralización llevada a cabo quirúrgicamente por el equipo de campaña y por el hoy Presidente electo, que le dio resultados tangibles al PRM.
Conozco decenas de casos que incluye a actuales Senadores, Alcaldes, Directores de Juntas Municipales, altos y medios funcionarios públicos y reconocidos empresarios contratistas o proveedores del Estado que se ralentizaron o no tomaron partida alguna en los últimos días a favor del candidato del PLD.
Tan cierto y acertado fue el plan de “sentar” a connotados cuadros que cambiaron resultados de provincias inclusive que creíamos ganadas a favor del oficialismo pero en las que terminó siendo victoriosa la oposición.
7- El Covid impidió la maniobrabilidad del Presidente Medina. El presidente Medina no pudo obrar directamente en favor de su candidato y sólo participó, apenas, en 3 ó 4 actos públicos.
Sé de fuente segura del temor que existía en el equipo médico presidencial, acerca que el primer mandatario se contagiará por el Covid, cosa delicada no solamente por la edad del Presidente sino por lo altamente inestable para la nación que sería que el mismo Presidente se nos enfermara. Pero eso mismo evitó que el líder de los morados saliera a entusiasmar sus bases.
8- Falta de recursos económicos de la FP. La falta de recursos económicos de la Fuerza del Pueblo para la logística del día de las elecciones fue también determinante, no menos de 2 a 3 % porcentuales perdió Leonel en votos, porque la estructura electoral leonelista no tuvo recursos ni mínimos siquiera para contar sus votos.
Diezmadas las finanzas en todo el proceso de enfrentamiento con el oficialismo, llegaron al 5 de julio sin capacidad financiera alguna para garantizar los votos fieles al Presidente Fernández. Los que obtuvo fueron los que de manera decidida y espontánea se manifestaron.
9- Maquinaria perremeísta empoderada y aceitada. Una bien empoderada y aceitada maquinaria electoral del PRM mostró músculos el día de las elecciones. Luis aprendió que las elecciones son una guerra y que, como decía Bonaparte, se ganan con dinero y más dinero. Lo gestionaron y consiguieron y lo bajaron a la dirigencia. Como nunca antes pudimos ver una oposición resuelta y bien avituallada para ir a la refriega a ganar.
10- Clase media votó y abstención desfavoreció al oficialismo. La clase media venció el miedo y fue a votar y, a diferencia de lo que se pensaba, la abstención desfavoreció más al oficialismo que a la oposición, por lo menos en el ámbito local aunque en el exterior le afectó al PRM.
Aquí muchos electores en los barrios y en el área rural dejaron de votar a favor del PLD, unos desmotivados por la división, otros convencidos de la derrota y una gran parte porque le falló al oficialismo la logística del día D, que establecía su famosa “plataforma 360”. La dirigencia intermedia y de base no buscó los electores que se les asignaron.
11- ¡Una parte importante de la estructura intermedia peledeísta se liquidó! El PLD siempre ha sido un partido donde se cumplen los planes y donde los recursos enviados se utilizaban a los fines destinados en más de un 80%, pero en esta ocasión no fue así, los intermedios responsables, sabedores de la división de su partido y de que no había sido tomada en cuenta como en el pasado por su alta dirigencia, decidieron quedarse con una parte importante del dinero, a título de cobro por sus años dedicados a la causa del partido y utilizaron otra parte, ínfima, para el laborantismo electoral.
Eso afectó sensible y negativamente al peledeísmo gobernante, no porque esto pudiese hacer diferencia alguna para la victoria pero sí para hacer realidad una segunda vuelta, ya que por lo menos redujo en un 2% al candidato oficialista. Claro está, se sabe de demarcaciones en las que los de arriba no llevaron el dinero en la cantidad necesaria para competir con la oposición.
12- Estrategias correctas que salieron mal. Una buena estrategia que le salió mal al gobierno, la prueba de que existen los imponderables, es el hecho de cómo una jugada maestra le salió mal y terminó restándole votos al candidato oficialista.
Nos referimos al aporte depositado a los cientos de miles de beneficiarios de los programas sociales. Esta acción, que pudo generarle más apoyo “se le revirtió” al PLD, por lo que, como dice el pueblo “le salió el tiro por la culata”. Los beneficiarios salieron enloquecidos rumbo a los supermercados y dejaron de operar el día ante e, inclusive el mismo día de las elecciones, había más filas en los supermercados que en muchos recintos de votación.
Cuando decidieron ordenar el cierre a la 1:00 pm ya era tarde, el daño estaba hecho y algo que les pudo sumar terminó afectando a los morados, contribuyendo a una pérdida importante sobre todo del voto femenino, sobre todo porque se regó la especie de que si no los consumían de inmediato, el lunes se los quitarían de las cuentas, cosa que se creyó y que hizo a los beneficiarios abarrotar las tiendas de comestibles.
13- Nuestras fuerzas trabajaron para el PRM. La Fuerza del Pueblo y sus aliados a saber: PRSC, BIS, PQDC, PUN y FNP lo único que hicimos fue aumentar el mercado electoral de oposición, el cual no podíamos suplir porque nuestro candidato, aunque era el mejor y el más experimentado, no tenía el posicionamiento del ganador, por lo cual fortalecimos a Luis y con nuestro radicalismo anti gubernamental, le hicimos la campaña a la verdadera oposición que siempre fue Luis y el PRM.
Todos nuestros esfuerzos y recursos se orientaron a favorecer a nuestro aliado opositor, las declaraciones de confrontación de Leonel, el twitter látigo de Vinicito, las Reflexiones de quien esto escribe, lo único que hicimos fue ser los auténticos jefes de campaña del proyecto perremeista y, para colmo de ingenuidad, con las alianzas municipales y senatoriales construimos relaciones primarias de nuestra militancia con los perremeístas, que al final fueron utilizadas para que en la operación remate se llevaran para su redil nuestro mejores cuadros. Hoy nuestra dirigencia nos cuestiona porque entiende que “en buen español trabajamos para otros.”
Las razones y argumentos que expongo a decir verdad no son sólo de mi autoría, sino que en parte son el fruto de consultas realizadas por quien esto escribe, con expertos electorales de dilatada experiencia y con expertos de variados campos profesionales, que tuvieron informaciones privilegiadas llegadas a nuestro sector, más las vivencias que captamos en nuestras alianzas.
Cuento las cosas como las sé. De todo lo que aquí he dicho tenemos confirmaciones, datos y hasta confesiones de actores del proceso. Reiteró que nada de lo aquí escrito tiene la intención de dañar, sólo de poner en su justo lugar lo ocurrido.
Sigo estando seguro de que, sin una parte de las cosas que sucedieron, se hubiese ido a una 2da. vuelta electoral. Claro está, estoy convencido que también en la segunda vuelta, dada la radical posición del Presidente Fernández frente a Gonzalo Castillo, hubiese ganado Luis Abinader de igual manera.
Al final pareciese que el pueblo es más sabio que su dirigencia partidaria ya que decidió, con la ayuda de las confirmadas razones que arriba expuse, a decidir esto en una primera vuelta electoral. Creo que fue bueno que así ocurriera, que una parte de los políticos nos equivocáramos, de modo que pudimos salir de esto el domingo 5 de julio: los datos escalofriantes del crecimiento del Covid-19 así lo demuestran.
No sé si fueron los imponderables, la torpeza peledeista, el destino o la providencia pero, que no se hiciera una segunda vuelta electoral fue saludable para el pueblo, que no tuvo que ir nueva vez a unas elecciones a ser expuesto a tan contagioso virus y, por lo mismo, se salvaron más vidas dominicanas. Lo que sí sé por las estadísticas mortales, es que Dios obró y puso su mano en nuestro pueblo.
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