“Cuando ustedes sean tentados a hacer lo malo, no le echen la culpa a Dios, porque él no puede ser tentado, ni tienta a nadie a hacer lo malo” Santiago 1:13
¿Cómo puedo decir no cuando en realidad quiero decir sí? Todos los días somos tentados. Nunca te vuelves demasiado viejo para eso.
Tampoco lo superas volviéndote más “espiritual”. Cuanto más te acercas hacia el Señor, más serás tentado por el Diablo.
Es un hecho de la vida y tenemos que trabajar con ello. La pregunta es cómo trato con las tentaciones que vienen contra mí.
Si queremos vivir una vida de conquistador y no de conquistado entonces tenemos que aprender los principios básicos acerca de las tentaciones.
Tengo que ser realista: Si no sientes tentación es porque no hay vida en ti. Ser tentado es ser humano.
En Hebreos 4:15 dice que “El diablo le puso a Jesús las mismas trampas que nos pone a nosotros para hacernos pecar”. Si Jesús fue tentado tengo la garantía que yo también lo seré.
Tengo que asumir responsabilidad: Deja de culparle a otros por tu propia miseria. Si caes en la tentación es por tu culpa.
En Santiago 1:13 dice “Cuando sean tentados a hacer lo malo, no le echen la culpa a Dios”. Solo los cobardes buscan a quien culpar de sus propios errores.
Tengo que estar preparado: Las tentaciones nunca nos envían un E-mail o mensaje al Celular para avisarnos que ya vienen por nosotros. Por ello tengo que estar listo.
Pedro dijo: “Mantente alerta”. Jesús dijo: “Velad y orad para no entrar en tentación”.
Pablo dijo: “Pónganse toda la armadura de Dios”. Es un peligro no estar preparado.
Tengo que buscar ayuda: Batallar solo es muy difícil. Por ello debo de buscar ayuda.
En Eclesiastés 4:10 dice “Si uno cae, el otro puede darle la mano y ayudarle; pero el que cae y está solo, ese sí que está en problemas”.
Tengo que ser transformado: Las tentaciones empiezan dentro de mi mente y corazón y tengo que tratar al problema de la raíz.
Por ello dice en Romanos 12:2 “Dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar”.
Concepto importante
No es una cuestión de si es que seré tentado sino de cuándo y cuantas veces. No puedes orar a Dios líbrame de las tentaciones y a la misma vez jugar hasta donde puedo llegar.
Esto es jugar con el fuego. Aléjate físicamente del lugar de la tentación, dale la espalda.
Comienza a enfocarte en Dios y no en la tentación. No discutas con el Diablo, él te ganara, pues tiene miles de años de experiencia.
Debo leer la Biblia y contarle a Dios acerca de mis debilidades y de las tentaciones que tengo.
No trates de batallar solo con las tentaciones. Búscate a alguien para recibir ayuda.
Necesitamos estar armado con el poder sobrenatural de Cristo en nuestras vidas para poder estar fuertes.
Motivo de oración
Señor Jesús hoy vengo delante de ti para confesar que tengo debilidad para enfrentar mis tentaciones.
Perdóname por no buscarte a ti cuando vienen las tentaciones.
Hoy te ruego que me llenes de tu Espíritu Santo para tener poder y estar firme antes las acechanzas del Diablo.
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