Por Haydeliz Ramírez
En los últimos meses hemos visto como múltiples instituciones de educación privada han tenido que tomar la difícil decisión de detener sus operaciones.
Esta situación es sumamente lamentable y más aún en los tiempos donde la seguridad y el alcanzar una educación de calidad para nuestros niños es una necesidad primordial para los padres de familia.
No es sorpresa para nadie que el deterioro económico en nuestro país ha sido evidente en estos tiempos. El costo de vida continúa subiendo y los salarios no necesariamente pueden ir acorde a esos aumentos debido al ascenso de los costos operacionales.
En muchas ocasiones los costos operacionales para correr las instituciones suelen ser elevados, por lo que a muchas instituciones educativas se les hace imposible poder costear un aumento salarial o cubrir la nómina de sus empleados.
Ante los tiempos que estamos viviendo sabemos que toda empresa enfrenta altas y bajas. En el caso de las instituciones educativas es imperativo tomar medidas que permitan el funcionamiento de estas.
Algunas de las medidas que pueden tomarse en consideración sería:
* Nivelar las expectativas de números en la población estudiantil acorde a la realidad de los tiempos.
* Buscar medidas que les ayuden a bajar los costos operacionales de modo que puedan evaluar el presupuesto haciéndose este uno viable para mantener la operación de la institución.
* Tener presente el impacto económico que también enfrentan los padres y evaluar las estrategias que permitan proporcionar una reducción en las exigencias de materiales a los padres para que estos puedan tener algo de alivio económico en esa área. Entiéndase libros, uniformes, etc.
Pero el aspecto económico, aunque es de crucial importancia, no es la única razón para que una institución permanezca operando.
También es de muchísima importancia tener en consideración:
* El mundo en el que están creciendo nuestros niños no es el mundo de hace décadas atrás.
* Los intereses y necesidades de estos se encuentran en constante cambio. Es por esto que en la lista de prioridades de toda institución educativa debe estar entre los primeros lugares el evolucionar en su propuesta curricular de modo que atienda estas necesidades.
* Tener conciencia de los diferentes trastornos de Neurodesarrollo que enfrentan nuestros niños y jóvenes de modo que podamos realizar ajustes en el currículo.
(La autora es neuroeducadora certificada a nivel internacional y en Puerto Rico).