Montecristi (República Dominicana).- El Centro Bahía de Manzanillo para el Desarrollo Regional (CEBAMDER) solicitó la intervención del Defensor del Pueblo, Pablo Ulloa, y de la directora de la Milagros Ortiz Bosch, titular de la Dirección General de Ética e Integridad Gubernamental, para que eviten lo que llamó «ecocidio» del Parque Nacional Manglares de Estero Balsa.
La petición, hecha por Frank Valenzuela, presidente del CEBAMDER, se produce ante el intento del Ministerio de Medio Ambiente de permitir el desmantelamiento de una embarcación tóxica dentro del Parque Nacional Manglares de Balsa.
Valenzuela destacó que tanto Ulloa como Ortiz Bosch son referentes éticos para la sociedad dominicana y ambos, desde las instituciones que dirigen, están comprometidos en contribuir a salvaguardar los derechos fundamentales de las personas y los intereses colectivos y difusos establecidos en la Constitución.
Señaló que por esas razones, su intervención es fundamental para que el Ministerio de Medio Ambiente busque una alternativa más racional para disponer de la embarcación que se pretende desguazar en la playa, como sería moverla a una zona con menor impacto negativo dentro del parque.
Expresó que el Parque Nacional Manglares de Estero Balsa contiene uno de los manglares más desarrollados y representativos de toda la República Dominicana y sus principales objetos de conservación son playas, manglares, cuerpo de agua, anfibios, aves y especies de interés pesquero, pero consideró que desguazar una embarcación tóxica al interior de su agua como se pretende realizar, alterará su dinámica de funcionamiento con serios impactos ambientales negativos hacia el futuro.
Valenzuela manifestó que el Defensor del Pueblo está investido de plenos poderes y facultades a fin de iniciar, de oficio o a petición de parte, cualquier investigación que conduzca al esclarecimiento de actos u omisiones del sector público y de las entidades no públicas que prestan servicios públicos.
Dijo que de producirse el desmantelamiento de la señalada embarcación dentro de la Playa Estero Balsa, o sea a mar abierto y a escasos metros de los manglares, no hay forma de aplicar medidas que eviten la dispersión y el vertido de los productos y sustancias tóxicos que tiene asociado ese proceso, sobre todo, como controlar las concentraciones de contaminantes tóxicos que ha almacenado la embarcación que se pretenden desguazar.
El presidente del CEBAMDER aseguró que los contaminantes más comunes que este tipo de embarcaciones contienen son metales pesados, amianto (asbesto), hidrocarburos y contaminantes orgánicos persistentes, además de otras sustancias que el buque haya podido transportar con anterioridad a su desmantelamiento.
Altos índices de contaminantes disueltos en el agua pueden llegar a pasar a la cadena trófica, por ser capaces estos de atravesar las membranas de los peces y de otros seres vivos del medio acuático, reveló.
Insistió en que el desguace de embarcaciones en una playa, y sobre todo en un Parque Nacional, tiene un significativo impacto sobre el medioambiente y los seres humanos, tanto de forma inmediata, como por la acumulación de compuestos en las zonas de influencia ya que durante las operaciones de desmantelamiento de un buque se pueden dispersar en el medio un gran número de gases, líquidos y sólidos contaminantes.
«Desde una perspectiva humana y ambiental, estudios han puesto de manifiesto un significativo impacto en el medio ambiente que circunda las áreas costeras ya que sufren una paulatina degradación ambiental y de la biodiversidad, en ocasiones irreversibles», manifestó Valenzuela.
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