Redacción (Telesur).- Eddie Palmieri y su vocalista Ismael Quintana hicieron de “La Libertad, lógico” un clásico entre los clásicos, porque más allá de la prisión individual el tema habla de la prisión de todo un país, su país, Puerto Rico.
El 24 de septiembre es día de Obatalá, el santo de blanco del Panteón de los africanos Yoruba, sincretizado en el Caribe con la patrona de los cautivos. Es día de Nuestra Señora de Las Mercedes.
Siendo un tema delicado y sensible por todo lo que implica en lo social, la música popular latinoamericana lo ha reflejado desde diversas aristas. Ha de ser porque muchos compositores, instrumentistas e intérpretes han conocido la adversidad detrás de una rejas. He acá algunos ejemplos.
El cautiverio
“Qué lentas pasan las horas/ en esta cautividad…” cantó Daniel Santos,el llamado Inquieto Anacobero que conoció la prisión y la padeció más de una vez. Al igual que en el tema “Cautiverio” Santos expresa en “El Preso” la gama de sus sentimientos: “Preso estoy/ estoy cumpliendo la condena/ la condena que me da la sociedad” y apunta hacia las causas sociales que se revierten hacia los individuos.
“Qué malo es estar/ estar entre rejas/ y que soledad/ que soledad/ que soledad se siente/ cuando se desea la bonita libertad… Por eso te digo amigo/ no cometas tonterías/ la vida hay que gozarla/ vivamos todos en paz”. Estas frases pertenecen a Carlos Quintana “Tabaco” quien, dicho sea de paso, nunca estuvo preso. El tema La Cárcel lo escribió luego de ver unas detenciones y agresiones hacia ciudadanos de Caracas por parte de la policía de entonces. Tabaco, eso sí, cada 24 de septiembre, día de Obatalá, del Panteón de los Yoruba, sincretizado en el Caribe en la Virgen de La Merced o de Las Mercedes, patrona de los cautivos, iba a cualquier cárcel a ofrecer un concierto para ayudar a aligerar la tristeza de quienes estaban privados de libertad.
Se recuerda tambien un tema entonado por el colombiano Joe Arroyo con la orquesta Latin Brothers dedicado directamente a la Virgen de las Mercedes, como canto de penitencia.
De igual forma el Maestro Eddie Palmieri llegó a extremos felices de solidaridad al mover a toda su orquesta a una prisión para ofrecer su arte a los cautivos. Su concierto de 1972 en la cárcel de Sing Sing, ubicada en Nueva York, resultó inolvidable y fue grabado. Eddie Palmieri y su vocalista Ismael Quintana hicieron de “La Libertad, lógico” un clásico entre los clásicos, porque más allá de la prisión individual el tema habla de la prisión de todo un país, su país, Puerto Rico.
La Libertad, lógico
La Cárcel de Sing Sing ha sido protagonista de temas muy populares, como el bolero del colombiano Alci Acosta que en la versión de José Feliciano, de Puerto Rico, alcanzó la gloria, amén de otras versiones, claro. “Ayer yo visité la cárcel de Sing Sing/ y en una de sus celdas solitarias/ un hombre se encontraba arrodillado al Redentor/ Piedad, piedad de mi Mi Gran Señor”.
Ismael Miranda entonó hacia 1981 el tema de Tite Curet Alonso “Galera tres”, una denuncia en torno a cómo en las prisiones en lugar de corregir, maltratan generando el efecto contrario a lo que plantea con el correccional. El Tite Curet fue muy claro en su letra e Ismael Miranda muy contundente en su interpretación. “Es la injusticia de la justicia/ es el martirio del ser humano/ Es corrección lo que necesitan/ y lo atropellan de palo en mano/ allá en la galera tres/ galera tres, galera tres”.
Galera Tres
El Conjunto Clásico de Puerto Rico también cantó “A los muchachos de Sing Sing” y a los de todas las prisiones boricuas, incluyendo la de Bayamón. Ésta cárcel de Bayamón se hizo famosa en Venezuela a través de un músico que estaba preso ahí y que obtuvo permiso para presentarse en un Festival Penitenciario en Caracas. ¿Su nombre? Marvin Santiago: “Auditorio azul/ verde la esperanza de salir un día para no volver/ Auditorio azul bajo el cielo añil/ pero estamos vivos y estamos aquí”
Auditorio azul
Las Tumbas
¿Y qué decir del Manhattan Detention Complex más conocida como «Las Tumbas»?
Ese es el nombre de la prisión donde se dice estuvo recluido en 1962 Ismael Rivera pagando una condena no ajustada al supuesto delito cometido. Maelo estuvo en la Prisión de Lexington en Kentucky. Pasa que en realidad toda prisión es una suerte de tumba…
“Las Tumbas” es una pieza compuesta nada menos que por Bobby Capó para que Rivera la entonara como en efecto lo hizo, inmortalizando al sitio, y al tema. “Cuando yo saldré de esta prisión que me tortura/ que tortura mi corazón/ si sigo aquí enloqueceré…”
Nadie podría vincular a Bobby Capó con un delincuente, y el compositor escribió especialmente para su amigo, en quien creía.
Recordemos también al mexicano Miguel Aceves Mejía con los temas de Cuco Sánchez “Escaleras de la cárcel” y “La cama de piedra”. Por su parte “El preso número 9” de Antonio y Roberto Cantoral es otro de los temas del repertorio de México con muchísimas versiones en todo el mundo, destacando una de la estadounidense Joan Baez. “Padre/ no me arrepiento ni me da miedo la eternidad…”
También para este tema de la prisión en la música popular latinoamericana se puede echar mano del tango. Por ejemplo “Consejo de oro” de Agustín Magaldi es un tema clave. “Engreído me hice el guapo/ me encerraron entre rejas y de preso ni un amigo me ha venido a visitar/ solo el rostro demacrado y adorado de mi vieja se aplastó contra las rejas/ para poderme besar”. Este tango, en la versión en salsa, de Héctor Lavoe, es memorable.
Consejo de Oro
En Política
Cuando Simón Díaz, venezolano, entonó “Guillermina”, de Aquiles Nazoa y de él, se sabía que el tema era de alto contenido social y político. “Pusieron preso a tu marido Guillermina/ y lo llevaron a una fuerte prisión/ y como Guillermina quería tanto a su marido fue a la cárcel a cantarle una canción”. De igual forma la siempre necesaria cantora y autora Gloria Martín hizo “Bandoleros”, tema absolutamente radical. “Presos están/ irreductibles son/ levantan entre rejas Banderas de Redención”.
Bandoleros
La chilena Violeta Parra compuso y canto “La carta”: “Me mandaron una carta por el correo temprano/ en esa carta me dicen que cayó preso mi hermano/ y sin lástima, con grillos/ por la calle lo arrastraron, sí…”
Hay un dramático texto del poeta uruguayo Mario Benedetti titulado “Hombre preso que mira a su hijo”, que fuera musicalizado e interpretado por el trovador cubano Pablo Milanés. Un preso político recibe la visita de su hijo pequeño y decide contarle la verdad de su historia para que no sienta vergüenza de tener un padre preso sino orgullo por la causa que lo retiene entre rejas.
“Una cosa es morirse de dolor/ y otra cosa es morirse de vergüenza. Por eso ahora me podés preguntar/ y sobre todo puedo yo responder/ Uno no siempre hace lo que quiere pero tiene el derecho de no hacer lo que no quiere/ Llora nomás botija, son macanas que los hombres no lloran/ aquí lloramos todos. Gritamos, berreamos, moqueamos, chillamos, maldecimos/ porque es mejor llorar que traicionar/ porque es mejor llorar que traicionarse. Llorá, pero no olvides”.
De cartón piedra
En su tema “De cartón piedra” Joan Manuel Serrat habla de un hombre hecho prisionero por perseguir un sueño a través de un maniquí para que acompañara su soledad. “Y me encerraron entre estas cuatro paredes blancas/ donde vienen a verme mis amigos de dos en dos/ de mes a mes y de seis a siete”.
Maisanta, “El último hombre a caballo” murió preso en el Castillo Libertador, de Puerto Cabello, Venezuela.
Será bueno invocar la fuerza de Obatalá y de la Virgen de Las Mercedes, o en realidad la fuerza de la Fe de cada quien para que dé fortaleza a los cautivos y a sus familiares y para que la música siga acompañando este complejo universo donde no son todos los que están… ni están todos los que son.
https://www.telesurtv.net/telesuragenda/cautividad-musica-latinoamerica-20230924-0008.html
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