Por Rafael Peralta Romero
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Presencié el pasado martes el encuentro de Carolina Mejía con el frente que integran intelectuales, artistas y trabajadores de la cultura del PRM (Partido Revolucionario Moderno). Concluí en que la conocía menos de lo que yo pensaba. Por lo que dijo y cómo lo dijo advertí la hondura de su valoración para las artes y la cultura.
Carolina Mejía es economista, Investida, cum laude, en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (1991) y con estudios de posgrado en los Estados Unidos y Canadá. Trabaja en el área de los negocios y es candidata a alcaldesa de Santo Domingo, la ciudad más vieja de América, capital de la República Dominicana.
Escuchó ideas y sugerencias para aplicar desde el gobierno de la ciudad, las cuales ponderó y agradeció. No pudo o no quiso ocultar la emoción de estar entre artistas y trajo al escenario el nombre de su hija Isabel, quien estudia y practica danza: “Soy su ayudante de camerino”, dijo. Evita compromisos que coincidan con esa función.
Para ella, la familia ocupa lugar primordial, no obstante trabajar como ejecutiva empresarial, dedicar tiempo a su fe religiosa –católica- y desempeñar la secretaría general del PRM. Entiende que se puede hacer vida pública con el soporte de la familia: “Mi esposo y mis hijos participan según las características de cada cual”.
La segunda hija de Hipólito Mejía, expresidente de la República, y doña Rosa Gómez, revela su sentido religioso en un detalle tan simple como los nombres de sus hijos: Juan de Jesús (por Jesús de Nazaret), Isabel Carolina (Isabel significa “consagrada a Dios”) y Diego José, por el padre nutricio de Jesús y esposo de la Virgen María.
Rosa Carolina Mejía Gómez está casada con el también economista Juan Antonio Garrigó, a quien conoció cuando eran estudiantes en Santiago de los Caballeros. Garrigó se dedica al negocio de seguros y su esposa afirma que está muy contento y positivo con que ella llegue a ser la primera mujer en ocupar la alcaldía de Santo Domingo.
El Departamento de Cultura del Ayuntamiento fue cerrado durante la gestión peledeísta. Carolina Mejía declaró una necesidad su restablecimiento y aseguró que será el alma de la administración que ella habrá de encabezar. Valoró el arte para fortalecer la identidad del pueblo dominicano.
Carolina habla con fluidez y perfecta dicción. Además de escuchar a intelectuales y artistas, resaltó que la cultura y las artes son las vías más idóneas y seguras para promover un buen turismo, que halagará al visitante y beneficiará a los capitaleños. Mostró fascinación por las retretas en los parques.
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