De las cuatro reformas a la Constitución efectuadas en el siglo XXI, solo la de Luis Abinader no estuvo motivada por el interés del mandatario de turno por retener el poder. Cuatro presidentes promovieron cada uno su modificación a la Carta Magna, comenzando por Hipólito Mejía, primer gobernante de República Dominicana en el actual siglo.
Mejía encontró la Constitución proclamada en 1994, la de Peña Gómez, en la que, a intención del Partido Revolucionario Dominicano, entonces poderoso, hoy reducido a la nada, se impuso impedimento a la reelección consecutiva del presidente de la República. Esta reforma se produjo para solucionar una profunda crisis política.
El artículo 49 fue variado para permitir las repostulación de Mejía, quien pudo ser candidato en 2004, aunque no logró la victoria electoral. Fue sucedido por Leonel Fernández, que con el trabajo de Mejía, encontró la vía franca, pudo repostularse y ganó la elección. Recién iniciado su nuevo mandato, 2008, creó una comisión para que le arreglara la Constitución y así se la aprobó la Asamblea Revisora.
Fernández introdujo cambios importantes en el texto constitucional, movió de un lado para otro el contenido de la Carta y logró zafarse de un detallito consignado en el artículo 49 de la Constitución del 2002. Decía: “El presidente de la República podrá optar por un segundo y único período constitucional consecutivo, no pudiendo postularse jamás al mismo cargo ni a la vicepresidencia de la República”.
La Constitución de Fernández (artículo 124) le permitiría lo que él quería: regresar al Gobierno después de los cuatro años de su sucesor. Todo le salió bien excepto ignorar la capacidad de malicia de su entonces compañero de partido Danilo Medina, quien lo sustituyó en el trono presidencial tras ocho años de ejercicio. Fernández abolió el modelo Mejía.
Medina guardaba cierto rencor a Fernández y aprovechó para matar dos pájaros con un solo tiro. Aplicó una minirreforma a la Constitución, suficiente para lograr sus fines: cambió la reelección alterna entre períodos de Gobierno por la reelección inmediata, es decir dos cuatrienios consecutivos. Gobernó por ocho años. Luego, quiso retornar la Constitución a como la había encontrado, pero no pudo.
Solo Luis Abinader enmendó la Constitución para impedir al presidente de turno (él mismo) acomodársela para conseguir otro período. El próximo domingo 27 será proclamada la modificación número 41 desde 1844, la cuarta en lo que va del presente siglo. En lo adelante, la frecuencia de alteraciones a la Constitución disminuirá considerablemente. Es la Constitución de Abinader.
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(El autor es periodista y escritor residente en Santo Domingo, República Dominicana).