Santo Domingo (República Dominicana).- La Arquidiócesis de Santo Domingo realizó un encuentro con miembros del clero, dirigido por monseñor Francisco Ozoria Acosta, Arzobispo de Santo Domingo.
El objetivo fue compartir meditaciones espirituales y reflexiones, en el marco del tiempo de cuaresma, siendo el tema central: La Atención a la Salud Integral de los Presbíteros.
De la actividad participaron obispos, sacerdotes y diáconos, de las cuatro Vicarías de la Arquidiócesis: Santo Domingo Este, Santo Domingo Norte, Santo Domingo Oeste y Cristo de los Milagros de Monte Plata.
Las bienvenida las dio monseñor Benito Ángeles, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Santo Domingo y rector de la UCSD, quien exhortó a estar en sintonía con la celebración de la cuaresma, acorde al espíritu que quiere la Iglesia y el Señor.
“Como Pastores, en nuestras comunidades, que seamos los primeros en tomar la decisión de prepararnos interiormente para vivir con el mayor alcance de plenitud este tiempo de ayuno, oración y desprendimiento, de tal manera que nos preparemos para la gran fiesta pascual, que es nuestra meta y a la vez nuestro fundamento, tanto de la fe como del ejercicio de nuestro ministerio”, motivó.
A continuación, el padre Alejandro Valera tuvo a su cargo la celabración del Acto Penitencial que concluiría con las confesiones individuales de los presentes.
En sus palabras de reflexión partió, en primer lugar, del texto del profeta Oseas 2,16: “Voy a llevarla al desierto y les hablaré al corazón”, y añadió que el Señor desea “fortalecernos, acompañarnos en medio del desierto existencial de nuestra vida para que podamos vaciarnos de nosotros mismos y llenarnos de la ternura de Dios Padre”.
En segundo lugar, tomando el pasaje del evangelio de San Mateo 8,14-15, que narra la curación de la suegra de Pedro, presa de la fiebre, añadió: “Jesucristo la toca, la levanta e inmediatamente se pone a servirles. Ya no vivirá para sí misma, vivirá en función a los demás. Identificar nuestras fiebres es muy importante en nuestra vida, en nuestra vocación, en nuestro ministerio. Hemos sido llamados para vivir en función de los demás”.
Luego, monseñor Francisco Ozorio Acosta, abordó el tema de la atención a la salud integral de los presbíteros, explicando que, como cabeza de una diócesis, no solo se preocupa por el cuidado y atención espiritual de sus colaboradores, sino que le preocupan aspectos de la vida de los sacerdotes, la situación que viven en las parroquias, en especial la situación de la salud, que tengan un adecuado seguro de salud y que sea equitativo entre todos.
Exhortó a la práctica de la caridad y la solidaridad en la Arquidiócesis, en el sentido de la adquisición del seguro médico y de pensiones, y pidió comenzar a reflexionar para buscarle una solución al problema del seguro, de forma participativa, fraternal y sincera.
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