En el articulo del pasado viernes señalamos sorpresas y observaciones en las elecciones celebradas el 19 de mayo recién pasado. Hoy referiremos otras novedades en torno a ese acontecimiento, entre las cuales destacan el desplome del Partido de la Liberación Dominicana y la falsedad de la triple alianza.
Esa alianza asistió al torneo con tres candidatos presidenciales.
Leonel Fernández, por Fuerza del Pueblo; Abel Martínez, por PLD, y Miguel Vargas por el PRD (Partido Revolucionario Disminuido). Los unía la quimera de una segunda vuelta electoral, pero se sabe que a los dos primeros los separa el rencor y el tercero funciona como bisagra.
El PLD (Danilo Medina) y el PRD (Miguel Vargas) han sido los grandes perdedores del proceso electoral. El morado descendió de 37.44 puntos porcentuales conseguidos en las elecciones de 2020 a 10.39, para colocarse en tercer lugar. Vargas solo conquistó un 0.45%, ni siquiera medio punto porcentual.
El candidato del PRD, una vez glorioso y fuerte, quedó por debajo de Roque Espaillat, candidato del PEDO (Partido Esperanza Dominicana); de Carlos Peña, 0.72%, y Virginia Antares, 0.58%. Todos ellos candidatos novicios y con pocos recursos. Y en el caso de Espaillat, apoyado por Ramfis Trujillo, que es mucho decir.
Los votos de Vargas tienen la particularidad de ser los más costosos del mundo, pues ese “líder” recibió 504 millones de pesos de los fondos que otorga la JCE, gracias a la Ley de Partidos. Pese al descalabro, mantendrá el reconocimiento legal porque participó en alianza, y para mayor suerte ganó uno o dos diputados.
Tras las elecciones, Fuerza del Pueblo, cuyos seguidores, como su líder, anduvieron inflados con el sueño de la victoria, se ha sincerado y aceptado gustoso que fue un éxito alcanzar el segundo lugar y ser la segunda fuerza en el Senado, con tres escaños, y seguir en mayoría al PRM en la Cámara de Diputados.
Mediante un comunicado, divulgado por su oficina de prensa, la FP revela esta aspiración: “… además de que contará con dos asientos en el Consejo Nacional de la Magistratura, un senador y un diputado”. Es decir, que no piensa en dejarle un espacio a sus “aliados” del PLD, que también contará con representantes en la cámara baja.
Ahí no se inicia la beligerancia con el PLD morado, sino que se declara y reitera la condición de irreconciliables de esas organizaciones. Ese puestecito en el CNM será objeto de controversia en algunas semanas. Y en pocos meses, Fernández pretenderá insuflar a sus simpatizantes que está a un paso del poder. Esperemos a ver.
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(El autor es periodista y escritor residente en Santo Domingo, República Dominicana).