Redacción (Telesur).- La música en el Caribe tiene recursos para todos los gustos, que, claro, son manejados e interpretados por quienes tienen conocimiento de los símbolos, de los códigos. Y estos códigos son de la vida misma.
La música en el Caribe tiene recursos para todos los gustos, que, claro, son manejados e interpretados por quienes tienen conocimiento de los símbolos, de los códigos. Y estos códigos son de la vida misma. La calle es el sitio de la enseñanza, de la reflexión, del reto y del alerta. Y cuando en la esquina el alerta se hace conciencia el código pone la música. “Por eso yo/ vivo feliz/ cuando yo canto mi bonito guaguancó”. Claro: el que canta (y baila) guaguancó sabe lo que está cantando (y bailando)…
Es como aquella décima de Ignacio Piñeiro, el sonero cubano que hizo de la crónica un arma: “Alto, ¿quién va?/ ¡la guerrilla!/ muchachos machete en mano/ que esos son nuestros hermanos/ pero de mala semilla…/ vagos, mal entendidos/ borrachos y pervertidos/ que venden a Cuba/ su tierra/ la patria donde han crecido/”
Vaya… pero hay más.
De denuncia y reto
Hace muchos años Tommy Olivencia, de Puerto Rico popularizaba un tema del también borincano Raúl Marrero, contentivo de una velada denuncia en torno a la corrupción:
“Y ¿cómo lo hacen? / yo no sé/ ¿Cuál es el negocio? /sepa usted/ Qué bien vive ese señor/ qué bien vive esa señora/ sin trabajar se mantienen/ y visten muy a la moda/ Y ¿cómo lo hacen? – yo no sé…/ cuál es el negocio/ sepa usted”
Hay otros temas que disimulan en su letra situaciones políticas o históricas. Por ejemplo Antonio Fernández, Ñico Saquito, Guarachero Mayor en Cuba cantaba aquello de “María Cristina me quiere gobernar/ y yo le sigo, le sigo/ la corriente/ porque no quiero que diga la gente/ que María Cristina me quiere gobernar”. Y para nada era un problema amoroso sino político y de gobernanza interoceánica de Cuba con María Cristina de Habsburgo, regenta de España en espera de que su hijo Alfonso XII tuviera mayoría de edad, para asumir el trono español, y mantener el dominio en Cuba.
Lilí Martínez Griñán, el genial pianista guantanamero que estuvo con Arsenio Rodríguez en la revolución del son sencillamente
escribió y acompañó para que el Sonero Mayor Miguelito Cuní se luciera: “Ahora sí que estoy de veras/ y yo sé cómo tú eres/ no te metas no te metas/ estoy que me desbarato/ Tú eres medio mentecato…/ ¡pero yo como candela!/ No juegues conmigo que yo como candela”.Y lo cantaba secundado por el piano de Lilí y la fantástica Trompeta Mayor de Félix Chapottín. “No te metas conmigo/ que yo sí como candela”. Otro reto.
También está un tema de Joseíto Fernández, el gran intérprete de “La Guantanamera”. Fernández le dio una pieza suya a Benny Moré para que enfrentara a Rolando La Serie en un programa televisivo, en Cuba. “Conmigo no hay aquello de que no canto una canción/ conmigo no hay aquello de que no canto un bolero/ yo canto una guaracha, una rumba y hasta un son/ y canto cualquier cosa y es porque soy buen cantador…/Elige tú, que canto yo”. Aquello fue un reto de proporciones considerables.
También en la voz de Benny Moré tenemos aquél retador tema de Pedro Brunet: “Me conocen bien/ pero no me tratan/ del amigo soy amigo/ del falsario no lo soy/ yo bien sé como yo soy/ yo soy como sean conmigo…trátame como soy.”
Reto en la esquina
Muchos temas se cantan en la esquina, en el barrio, bajo determinadas circunstancias, con formas de denuncia o de reto. Está el ejemplo de éste, de Orestes Varona que la Orquesta Aragón y también Charlie Palmieri pusieron a rodar: “Engáñame bien, chaleco/ que te conocí sin manga/ Si tú crees que yo soy bobo/ te equivocaste de lleno/ pues yo parezco muy bueno/ pero en el Congo soy lobo/…que te conocí sin manga…”
Y por ahí se cuela el tema de Bernardo Palombo, el argentino que asomó la más dura de las salsas, con el Conjunto Libre: “Desde Quisqueya hasta el Plata/ de las pampas a La Habana/ somos sangre, voz y parte/ de esta tierra americana. Latinoamericanos somos/ del centro, norte y del sur/ por un presente de lucha/ por un futuro de luz/ esta es mi imagen latina/ este es mi nuevo cantar…” Dura y solvente también es la versión de El Trabuco Venezolano, con Carlos Daniel Palacios como vocalista secundado por un Todos Estrellas de verdad verdad.
Otro de los infaltables temas retadores es el compuesto por Ismael Miranda y que pregonaba comenzando la década de los setenta el matancero Justo Betancourt: “Yo que soy mulato oscuro/ tengo la mente en mi sitio/ y estoy bueno de salud/ pa bravo, yo/ Yo, que tengo sentimientos/ tengo sangre de africano/ y canto con gran virtud/… Pa bravo, yo/ pa bravo, yo/ yo te lo digo…”
En ésta onda militan Willie Colón, Rubén Blades, José Nogueras, y el propio Ismael Miranda, con un extenso repertorio de denuncias y retos.
El venezolano Ray Pérez compuso y grabó en 1981 un muy polémico tema en su momento: El Dictador: “Cuando a mi pueblo llegaron/ el año 52/ los que dicen que salvaron a mi tierra de un dictador/ Fueron los grandes señores/ que gritaron Libertad/ y hoy disfrutan de esa gloria/ porque el pueblo enfermo está/… Fue un tirano de estas tierras/ que a nosotros nos traicionó/”. El dictador es una clara referencia a Marcos Pérez Jiménez. Forma parte de esos temas que narran historia para que cada quien saque sus conclusiones.
De igual manera la salsa venezolana cuenta con el tema de Carlos tabaco Quintana, “La cárcel” que se volviera un himno con el legendario Sexteto Juventud. “Qué malo es estar/ estar entre rejas/ y que soledad/ qué soledad se siente/ cuando se desea la bonita libertad/”
El grupo Madera, el original, cantaba el legendario tema de una de sus integrantes, Alejandrina Ramos: “El canto debe llegar a toditos los rincones/ no importa el tono que tome/ tan sólo debe expresar/ todo el quehacer de la gente/ lo que hace y lo que siente/ De los pueblos su pesar, si…”
Justicia
“Justicia tendrán/ justicia verán en el mundo los desafortunados/ con el canto del tambor/ la justicia yo reclamo. Justicia tendrán/ justicia verán en el mundo/ los discriminados/ recompensa ellos tendrán/ no serán perjudicados…/Justicia pa los boricuas y los niches”
“La Libertad? Lógico” es también obra de la dinámica denunciativa de Eddie Palmieri e Ismael Pat Quintana.
«No no no no me trates así/ esclavo de ti/ ¿la libertad? Lógico/ la libertad? lógico»… La verdad es que Ismael Quintana junto a Eddie Palmieri es una de las duplas imprescindibles cuando en la salsa se ha cantado con valentía.
Que te están velando
“Siento una voz que me dice/ agúzate/ que te están tirando/ siento una voz que me dice/ agúzate/ que te están velando/ Y yo pasaría por todo/ si no supiera/ que uno tiene que estar mosca por donde quiera/ Y es por eso que yo digo/ de esta manera/ que ese individuo no sabe/ en qué se metió/”
Ricardo Ray y Bobby Cruz por delante…Agúzate.
En fin, que acudimos a unos pocos ejemplos de la música del Caribe para señalar que la canción indica muchas veces la intención y hasta el camino, sin que necesariamente haya sido identificada como Canción de Protesta o de denuncia.
Cada país tiene sus propias formas de expresar sus angustias, sus denuncias y también sus esperanzas. Compositores y voces emblemáticas de la Canción Necesaria han ganado su espacio reflexivo musical. En este caso hemos abordado el tema desde la salsa y lo bailable caribeño. Y tienen lo suyo.
https://www.telesurtv.net/telesuragenda/caribe-musica-expresion-cultural-20230530-0020.html
Por teleSUR – Lil Rodríguez
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