A Pleno Sol
Sin el aporte y los controles ideológicos, integrar en un proyecto político a diferentes sectores es como una granada sin espoleta. La lucha por un principio social, con una filosofía ideológica, es lo que aporta la disciplina y el combate.
Fuera de ahí, lo único que existe es usar el partidismo como un trampolín para un salto social a como dé lugar. Los partidos políticos tradicionales nunca han llevado la doctrina en su estamento. Se ha hablado vanamente de que siguen determinados lineamientos, pero a largo plazo solo los mantiene la búsqueda del poder.
Lo ideológico fue la bandera central de los grupos de izquierda que florecieron luego de la decapitación de Trujillo y tuvieron su máxima expresión durante la revolución de abril. Pero en su mayoría fueron manejados por las corrientes de China, Rusia, Albania y hasta el eurocomunismo.
Pero fue en el gobierno de los doce años del doctor Joaquín Balaguer que el segmento de izquierda fue exterminado. Enfrentaron armas en manos la represión que siguió a la guerra de abril, pero no pudieron sobrevivir.
En el contexto de hoy, en el reflujo existente, y con unas elecciones lejanas, los partidistas lucen fragmentados, pero en forma solapada sus dirigentes tratan de evitar que salga a la luz pública las fisuras.
Hoy hay tres grandes partidos políticos. El gobernante Revolucionario Moderno tiene dos tendencias que tarde o temprano romperán fuentes, pero por ahora fuman la pipa de la paz el presidente Luis Abinader y el ex-presidente Hipólito Mejía.
Cuando llegue el momento de escoger a los candidatos congresuales y municipales se desatarán los nudos y luego será feroz la lucha entre la reelección y un candidato del sector de Hipólito. Por el momento, hay una convivencia, con un ojo abierto y el otro cerrado.
En el de la Liberación Dominicana asoma el fantasma de la lucha de tendencias, iniciada ahora por Abel Martínez, el síndico de Santiago. En acción madrugadora, ya lanza su pre-candidatura presidencial. Parece que no se va con Leonel, sino que luchará para conseguir la postulación presidencial en el PLD.
Danilo Medina, fuera del poder y sin posibilidades de ser presidente, no podrá imponer un candidato con el dedo. Por lo tanto las tendencias florecerán. Salió Abel, y de seguro Margarita está ya afilando su lanza. ¿Podrá Danilo designar un candidato de dedo y desarticular el grupismo electoral?. El tiempo dirá. ¡Ay!, se me acabó la tinta.
(El autor es periodista residente en Santo Domingo, República Dominicana).
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