Están muy activos, no solo impulsando alianzas público-privadas, en las que lo privado se tragará lo público y lo social sucumbirá frente al afán de ganancias y poder del gran capital privado. Están activando ventas de “activos” (léase propiedades, bienes, patrimonios…) del Estado; lo que incluye tierras, bosques, costas, agua, empresas, hospitales, servicios públicos, acciones, infraestructuras, edificaciones…; y lo está anunciando el Ministro de la Presidencia, ahora presidente de la Comisión Liquidadora de Activos del Estado, y sobretodo “hombre de la gran empresa privada” y del grupo económico más poderoso del país.
“Lamentablemente -afirmó- hemos tenido que ser más creativos (¡qué forma de crear!), y es muy probable que el Estado tenga que desprenderse hasta de activos importantes para poder generar los recursos para manejar sus compromisos fiscales”; y en ese tenor agregó que “están evaluando la posibilidad de vender las acciones que tiene en FONPER”.
Así la quinta esencia del gran capital privado, ya ubicada en el corazón del Estado y el Palacio Nacional, se lamenta de tener que ser “creativo” para evaluar la posibilidad de privatizar a su favor bienes estatales. ¿Quiénes tan tontos para creerle su creativo lamento?
Las acciones de FONPER –administradas por los socios privados- es lo que le queda al Estado después de la llamada capitalización de las empresas públicas (CDE, CORDE, CEA, Corporación Hotelera) iniciada en 1998, primera fase de la privatización. Ahora se inicia, con un gobierno “agarrado por el pichirrí” por la gran empresa privada, la segunda fase de la privatización, la cual tiene dos vertientes: la “venta de activos del Estado” y las “Asociaciones Público-Privadas (APP)”; con sendos ejecutivos, un jefe político (empresario a la vez), y el soporte del más poderoso de los diez principales grupos capitalistas dominicanos (los verdaderos “dueños del país”): Lisandro Macarrulla, Simón Freud, don Luis Abinader y el Grupo Vicini; todos tutelados por la Casa Blanca, Wall Street, Pentágono, BM y el FMI.
Se ignora si los 16 mil millones de pesos que los administradores privados de EGE-Haina no le entregaron a FONPER pueden entrar en la negociación. Pero es solo un detalle, como otros detalles multimillonarios que competen a la relación desventajosa EGE-Itabo/FONPER, pues lo realmente trágico es que está en marcha un asalto al Estado, a su patrimonio y su territorio, en dimensiones superiores a todo lo vivido y sufrido durante el viacrucis neoliberal. Una usurpación en tiempo de COVID, que incluye un drástico amarre por la vía de un voluminoso endeudamiento externo, más re-colonizador que los anteriores.
(El autor es dirigente político residente en Santo Domingo, República Dominicana).
narsoisa@gmail.com
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