Santo Domingo (República Dominicana).- La directora ejecutiva de la organización sin fines de lucro Diversidad Dominicana, Rosanna Marzán, denunció que un grupo de personas de la comunidad LGBTIQ+, fueron vejadas y violentadas por miembros de la Policía Nacional, mientras celebraban un cumpleaños en el Parque San José (parque de Montesinos).
Marzán agregó que que varias patrullas motorizadas, una camioneta y un camión llegaron a los alrededores del Parque a las 10:15 de la noche. Unos 15 minutos después, llegó otra patrulla, al parecer por órdenes del comandante Alcántara y Rosario, quien junto a un contingente de unos 20 agentes, «con armas largas y pistolas en mano, se dirigió hacia donde estábamos nosotros».
«De manera grosera e irrespetuosa, el comandante Alcántara le ordenó a uno de los agentes que recogiera la bocina, las bolsas (que estaban llenas de basura para botarlas luego), las sillas plegables y todo lo demás, (incluyendo bultos y mochilas de quienes allí estábamos) y se lo llevaba, como si quienes estábamos ahí fuéramos ladrones. Junto a otros policías, también se llevaban la bocina, una silla y huacales vacíos de cerveza (que usaban como asientos), los cuales rompieron al tirarlos de forma violenta en el piso del parque», relató la activista social.
Marzán indicó que ante esa acción, le preguntó al agente los motivos de su accionar, si el grupo que le acompañaba no estaba violentando la ley ni alterando el orden público.
«De manera irrespetuosa y arbitraria me contestó que nosotros estábamos cometiendo una aberración, que estábamos realizando actos obscenos en un parque lleno de niños. Que teníamos que abandonar el lugar porque irrespetábamos a las familias, algo que no es cierto, porque nuestra música no era la más alta de toda la que se escuchaba en el lugar, ni nos estábamos comportando indebidamente», aseguró Marzán.
Señaló que le explicó al agente que eran las 10:30 de la noche y que no era su responsabilidad los niños que allí estaban, así como también que tenían derecho de estar en el espacio público como ciudadanos, al este amenazarles con llevárselos presos por irrespetuosos sino se iban del Parque. «Como respuesta, el agente inició un intercambio de frases humillantes, llamándonos» pájaros», y que yo era una loca y drogadicta, que la comunidad llamó porque no nos quería en el lugar y que teníamos una bulla».
La activista indicó que «algunas personas se acercaron a la policía y les llamaron abusivos, que eran mentira sus acusaciones, que no teníamos la música alta, que eran unos homofóbicos, que por qué no se llevaban otras bocinas que había en el lugar y que sólo llegaron a humillar al grupo LGBTIQ+*.
Según Marzán, las personas también cuestionaron a los agentes del por qué no le llamaban la atención a quienes tenían puesta la música a todo volumen, las cuales recibieron como respuesta que dicha música no molestaba (porque era cristiana). Por igual, testigos colocaron en sus redes sociales mensajes de repudio sobre la situación.
«El abordaje e intervención de los agentes fue irrespetuosa, injusta, desproporcionada, discriminatoria y humillante. No se nos brindó un trato igualitario y fuimos señalados sin razones válidas, siendo esto una vulneración flagrante a los derechos, a la libre recreación y libertad de tránsito, así como a la expresión en espacios públicos», afirmó Marzán.
Agregó que luego de que los agentes se marcharon, algunos visitantes del Parque les expresaron palabras de aliento y calificaron el hecho como abusivo.
«Los mismos de la música cristiana tuvieron la música alta donde bailaban reían y compartían sin ser molestados por los agentes, hasta las 2 de la mañana. Los agentes jamás volvieron por el parque a incautar la bocina por la música, por lo que, evidentemente, su accionar fue dirigido al grupo de homosexuales», se quejó la activista social.
Marzán pidió a la Policía Nacional la devolución de los artículos incautados, los cuales se encuentran en el destacamento de San Carlos, lugar al que han acudido a retirarlos sin éxito en tres ocasiones.