Por Abril Peña
Hay muchas medidas de coerción, es cierto, también lo es que la prisión debería ser siempre la excepción, no la regla, pero en el caso de David de los Santos en específico es una burla a la familia de la víctima y a la sociedad misma, la medida de coerción impuesta a los imputados de cárcel domiciliaria y «prisión» en operaciones especiales, para eso los hubiesen descargado desde ya, sobre todo por que aquí lo que se juzgará es el nivel de participación de esos imputados puesto que definitivamente algo tuvieron que ver ya que David estaba bajo su custodia, a unos les tocará más a otros menos pero todos tendrán algún tipo de pena, es hasta sospechoso una medida tan laxa.
Las cárceles están llenas de presos preventivos por menos e incluso en estos días se ha hablado de la pertinencia de la misma en los delitos de cuello blanco que están en la palestra, y la respuesta de la procuraduría siempre ha sido el peligro que los imputados representan para el caso, que podían influir o hacer desaparecer pruebas, pero aquí ahora quieren que creamos que no, son POLICÍAS por el amor de Dios en serio creemos que sus compañeros no les ayudarán , acaso ya se nos olvidó la primera respuesta de un superior al estallar el escándalo, que dijo literalmente que en el destacamento de Naco no había sido golpeado? O sea que si no es por la presión social y por la casualidad que fuesen varios en la misma semana todo se queda así como que no pasó nada.
Mucho se ha hablado del contubernio de las autoridades en otros casos, en este caso pareciese que quieren echar abono a las teorías conspirativas que están rodando de que es algo más que una golpiza que salió mal y no es para menos, primero lo detienen sin una orden gente sin calidad para hacerlo, la policía taaaan eficiente va y lo recoge, los vídeos no aparecen por parte, en un país donde lo único que falta por grabar es el proceso de ir al baño, lo golpean, lo torturan, lo bañan, lo cambian, en vez de llevarlo al hospital más cercano lo abandonan en otro, le mienten a la familia para que no lo encuentren, niegan el hecho hasta que ya no pueden más y ahora casualmente la fiscalía que suele pedir sangre en las medidas coerción pide prácticamente vacaciones ? Y no nos parece extraño ?
A qué están jugando ? Mucho le da el agua a la piedra hasta que la rompe y aquí nos estamos jugando la tranquilidad, el ministro de interior y policía quiere que tengamos paciencia pero lo mucho hasta Dios lo ve y la gente está HARTA, cansada, quebrada, con problemas, es un peligroso caldo de cultivo para que tampoco le demos justicia.
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