Santo Domingo (República Dominicana).-El ministro de Relaciones Exteriores advirtió que, producto del COVID-19, América Latina y el Caribe se enfrentan al incremento de la pobreza y de la inseguridad alimentaria.
Por ello Miguel Vargas entiende que a medida que los países de la región superan la emergencia inicial, les toca trabajar colectivamente y enfocarse en la mitigación de la crisis socioeconómica que dejará la pandemia.
“Estamos ante una crisis multifacética. Las necesarias medidas implementadas para hacerle frente a la pandemia del COVID-19, forzosamente han dado paso a una profunda crisis económica y social”, advirtió el diplomático dominicano.
El funcionario hizo el planteamiento en una videoconferencia con cancilleres latinoamericanos y caribeños convocada por el ministro federal de Asuntos Exteriores de Alemania, Heiko Maas.
En la reunión virtual también participó la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena.
Partiendo del panorama esbozado, Vargas propuso que la región trabaje “en el diseño de las mejores estrategias para reabrir nuestras economías”.
Principales afectados
A decir del ministro, la crisis afectará más a países de ingresos medios, que disponen de poco margen fiscal para conciliar el necesario aumento del gasto y la disminución de sus entradas económicas.
Agregó que estas naciones no podrán realizar las inversiones públicas necesarias para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Según Vargas, para contrarrestar esta perspectiva, “se requerirá un acceso excepcional a financiamiento blando en condiciones favorables para los países de ingresos medios, y amplias reestructuraciones de deuda”.
Detalló que, a pesar de las acciones del Gobierno dominicano para solventar los efectos del COVID-19, en abril el país registró la pérdida de 473 000 empleos formales; los ingresos aduaneros disminuyeron un 39 % y las exportaciones se redujeron en un 27 %.
Impacta directamente al PIB
El ministro de Exteriores sostuvo que el impacto de la pandemia para la industria turística dominicana, que representa directamente el 8 % del PIB.
Detalló que en abril se registró un descenso de 580,000 pasajeros con relación al año anterior, en tanto que alrededor de 90 % de los empleos directos del sector están actualmente suspendidos.
“Teniendo en cuenta que la industria se abastece en un 45 % de proveedores locales, estamos hablando de más 700 000 empleos afectados; es decir, del 16 % de la fuerza laboral del país”, puntualizó.
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