La democracia es buena, se parece al amor, que es -como afirmara el Apóstol- tolerante, comprensivo y servicial. Dada la condición esencial de la democracia, hemos de contemplar espectáculos políticos a los que es preferible humorístico en vez de otras implicaciones que llevan consigo.
Tres agrupaciones políticas, entre ellas la que usa los símbolos del desaparecido PRD, han formado una alianza para enfrentar al PRM (Partido Revolucionario Moderno) y su candidato, el presidente Luis Abinader, el favorito del electorado, como se evidencia en cada consulta realizada por empresa independiente y confiable.
Si bien hay homogeneidad entre los líderes de la coalición, pues son harina del mismo costal, el escollo observado es la incompatibilidad que rige entre ellos, debido a hechos recientes que motivaron la partición del PLD. El líder que se quedó con la L aspira a retornar a la presidencia y el otro, que tiene la D, quiere colocar a un pupilo.
Además de los antagonismos y disparidades que se cruzan entre los dirigentes principales, la dicha alianza ha aparecido con un nombre a todas luces incongruente y hasta ridículo. El sustantivo rescate se define como acción y efecto de rescatar. Se rescata lo que se ha perdido, a una persona secuestrada o en otro tipo de peligro.
La República Dominicana quedó en situación digna de rescate al término de los 16 años consecutivos que gobernó el PLD, ayudado por un seudolíder que encarna la negación del doctor Peña Gómez y que aspira, según su propaganda, a ser un “presidente distinto”. Distinto a Espaillat, distinto a Juan Bosch y distinto a Abinader.
Mal puede rescatar a alguien quien lo haya hundido en una fosa. Resulta inoportuno que quien ha cometido un homicidio se presente ante la familia del fallecido con la promesa de devolverlo.
Podrían contribuir a rescatar la economía si devolviesen los bienes y recursos distraídos durante sus gobiernos.
La alianza opositora ha anunciado acuerdos electorales en municipios y distritos municipales.
Esto incluye el Distrito Nacional, donde la candidatura a la alcaldía cayó en el PLD morado (el que tiene la D). Y como la democracia no sabe de orgullo, una exministra suda su camisa blanca atrás de la vicealcandía.
No parece que quienes integran la alianza estén en condiciones de rescatar, liberar o salvar a nadie. La mala situación en la que dejaron las finanzas públicas, durante sus 16 años de gobierno, les resta calidad para hablar de rescate. Si un resquicio permite que se cuele ese nombre -cito a Fafa Teveras- es rescate de la impunidad.
rafaelperaltar@gmail.com
(El autor es periodista y escritor residente en Santo Domingo, República Dominicana).