La explosión inicial de la caldera palestina de Gaza vía Hamás, apuntando hacia el exterior de la “Valla Inteligente”, como detonante de la indignación provocada por un genocidio sistemático y colosal ejecutado durante 75 años por el poderoso y criminal ejercito sionista, con fuerte apoyo estadounidense, ha provocado lo que hacía falta:
-La indignación mundial contra el régimen fascista de Israel y el imperialismo estadounidense y asociados.
-La determinación de Irán y su Guardia Revolucionaria de enfrentar el genocidio sionista.
-La activación de otras fuerzas militares de Estados vecinos, defensores de Palestina.
-Las acciones ofensivas de otras organizaciones político-militares islámicas.
-La creciente indignación de una parte de la población judía a escala nacional y mundial, y las enormes movilizaciones de migrantes del Medio Oriente, África y de Nuestra América en las capitales europeas y norteamericanas.
-El consiguiente debilitamiento de la resistencia fascista ucraniana y del apoyo logístico de la OTAN.
-El ascenso de China y el fortalecimiento de los BRICS.
Claras señales de que la horrorosa y brutal respuesta del Estado terrorista de Israel (arreciada después de una breve tregua reciente), está revirtiéndose contra sus autores.
Y esto revela que la tendencia predominante, pese la progresiva destrucción de Gaza y el avance del exterminio, sigue siendo –y cada vez en forma más acelerada- la pérdida de hegemonía del sistema imperialista occidental, el declive de EEUU y la agudización de la crisis de legitimidad de sus Estados Terroristas.
Gran oportunidad para sumar más fuerzas militares y civiles, más estados y más pueblos, para potenciar nuevas fuerzas conductoras y liderazgos revolucionarios, y acorralar en mayor grado los súper estados-verdugos y levantar sus propios pueblos contra su guerra global desatada contra la humanidad desde principios de siglo.
Es urgente formar un gran polo multicolor contra el imperialismo occidental y sus guerras, para defender autodeterminación, vida, libertad y derechos de la humanidad y de la Madre Tierra; enfrentando a la vez el calentamiento global y las depredaciones al patrimonio natural de la humanidad.
Este es un propósito inmediato de extraordinario valor coyuntural y potencialidades estratégicas, que debería enlazarse progresivamente con el desarrollo de conciencia antisistémica, organización y unidad de las diversas vanguardias capaces de asumir una estrategia anticapitalista y una propuesta alternativa transformadora, socialista y liberadora de todas las opresiones y discriminaciones.
narsoisa@gmail.com
(El autor es dirigente político residente en Santo Domingo, República Dominicana).
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