A Pleno Sol
Las venideras elecciones congresuales y presidenciales se desarrollaran en medio de una gran crisis nacional. El surgimiento en los pasados dos meses de esa crisis, obligatoriamente que cambiaron circunstancias, liderazgos y posicionamiento.
Hoy el principal temor de los ciudadanos es enfermar, y posiblemente la muerte. Lo demás es secundario. Las elecciones presidenciales que tenían que efectuarse en este mes, serán en medio de la pandemia.
Con una infestación que ha vuelto locos a los principales científicos del mundo, los cuales todavía no pueden encontrar una vacuna contra el coronavirus, es difícil predecir cuál será la situación en el país al momento de las votaciones.
El panorama apunta a una segunda ronda electoral. Hay tres candidatos fuertes y sin posibilidades de alianzas entre ellos para la primera ronda. Todo vendrá cuando llegue la segunda. Por más abstención que se dé, la barrera del 50 más uno de los votos emitidos parece una barrera infranqueable.
Tienen los tres principales candidatos que tener un as bajo la manga, y es la posibilidad de alianzas. Regularmente en estos procesos la victoria la confirma el que se encuentra en la tercera posición. La lucha es por ganar los dos primeros escaños.
La forma de hacer política es nueva e innovadora. Mascarilla y guantes mantienen al candidato aislado de las masas. Paso la eterna demagogia de ir besando a viejas y niños y dando las manos a todos. El distanciamiento lo llevan a pleno los candidatos.
Pero no cambia en la vida política el clientelismo. El dar a manos llenas, el prometer mejorías y el jugar con las necesidades de los desamparados. Los candidatos han invertido millones de pesos en medicinas y artículos que pueden prevenir o hacer frente a la pandemia.
Ahora más que nunca todo se va decidir el día de las elecciones. El viejo método del saco lleno de cuartos jugara un papel estelar, pero también la capacidad de movilización. No es fácil poder mover un millón de personas, para tener opción de garantizar el triunfo.
Todo quedará condensado el día de las votaciones en la capacidad de poder llevar electores a las mesas de votaciones. Tienen capacidad de hacerlo los tres principales candidatos, pero la organización, la logística y la disciplina serán vitales para alcanzar la meta.
Háganse desde hoy la idea de que el coronavirus va a dar un triunfo electoral. Poco importa la crisis económica y social, la pandemia tiene rostro singular y de oportunidad y solo tendrán posibilidades los que se le jueguen a cara o cruz.
El que gane tendrá un compromiso mayor y singular. Sus fieles arriesgaron la vida para llevarlo al Palacio, y le tiene que cumplir, no a ellos, sino a todo el país. El futuro nacional se jugará en medio de la incertidumbre de hoy. Tengamos algo claro, a pesar de los sinsabores, nada detiene permanentemente la marcha de la humanidad hacia una mejor vida. ¡Ay!, se me acabo la tinta.
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