Santo Domingo (República Dominicana).- Al Tribunal Constitucional de República Dominicana, después de la renovación de su composición anunciada la noche del martes, le espera una agenda de fuego, en la que se puede incinerar, o bien consolidarse como órgano garante de la Constitución, junto con el Estado Dominicano, que ya acumula grandes crisis y deformaciones
En primer lugar mencionó como ejemplo, el Acuerdo de Precheking, «con su infame y antinacional anexo, para convertir a República Dominicana en un Estado de Refugio y Asilo bajo la tutela de los EEUU y la ONU»; así como el «Plan de Contingencia sobre flujos masivos de inmigrantes que fue preparado por el Instituto Nacional de Migración en el 2019, y que de ponerse en ejecución podría violentar gravemente la integridad territorial de la República con la apertura de campamentos de refugiados en su Región Fronteriza».
También citó el «acuerdo antinacional, neocolonial y e inconstitucional de Límites Marítimos suscrito por este gobierno con el Reino de los Países Bajos (RPB), que perjudica además a República Dominicana en su posición frente a las difíciles delimitaciones pendientes con Reino Unido y EEUU, después del Congreso Nacional haber rechazado más de tres acuerdos, y haberse boicoteado el acompañamiento regional de las negociaciones.
De acuerdo con la Fuerza Nacional Progresista (FNP), otra agenda de fuego que espera al Tribunal Constitucional es:
4. El plan manifiesto de la facción antinacional y poderes foráneos de querer imponer la sentencia de la CIDH que le ordena a RD cómo revertir el mendaz proceso de “desnacionalización” que supuestamente provocó la sentencia 168/13, con el objetivo estratégico de viabilizar la solución dominicana a los problemas de Haití.
5. Las presiones y chantajes crecientes por abrirle paso a la agenda progres/globalista de los EEUU, la UE y los organismos Internacionales, que indefectiblemente afectaría la integridad demográfica y la identidad nacional de la República Dominicana.
La organización reiteró su advertencia de la que dependerá la gobernabilidad, la estabilidad y la paz social: «el Tribunal Constitucional no está por encima de la Constitución, todos sus integrantes deben tener presente que no pueden rehacer sus contenidos, como algunos pretenden desde su visión ideologizada».
Agregó que «existen estatutos constitucionales, como el derecho a la vida desde la concepción hasta la muerte natural, que solo pueden modificarse con un mandato popular vía referéndum. El Tribunal Constitucional no puede ser la vasija donde se laven sus manos el liderazgo político nacional que no quiera asumir sus responsabilidades».
«La soberanía y la autodeterminación nacionales, la integridad territorial y demográfica, y la identidad dominicana deben cuidarse con esmero, mucho más ahora que se encuentran amenazados como nunca antes. Si se desconocen o violentan, el pueblo dominicano estará autorizado “a clamar a los cielos”, esto es, a resistir por todos los medios a su alcance toda acción que procure conculcar sus derechos inalienables como Nación», señaló la Fuerza Nacional Progresista.
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