Lyon, Francia.- La Organización Internacional de Policía Criminal anunció este martes 72 detenciones, la incautación de productos farmacéuticos potencialmente peligrosos por valor de más de 7 millones de dólares, 325 nuevas investigaciones y el cierre de más de 1.300 sitios web delictivos, tras concluir la «Operación Pangea XVI, que realizó del 3 al 10 de octubre para combatir las medicinas ilícitas en 89 países.
Informó que en Mozambique, las autoridades confiscaron 9.000 botellas de jarabes para la tos presuntamente falsificados, tras descubrir contradicciones entre las etiquetas de los productos y los documentos oficiales.
Asimismo, las autoridades australianas incautaron unos 11.000 kits de pruebas irregulares de COVID-19, lo que demuestra la continua explotación criminal de la pandemia.
Los agentes de aduanas de Qatar confiscaron 2.500 analgésicos recetados escondidos en cajas de cereales a un pasajero que volaba desde Bangladesh, mientras que unos 13.000 analgésicos falsificados y/o vencidos fueron confiscados durante registros en una estación de autobuses entre Perú y Ecuador.
La Interpol señaló que los medicamentos para la disfunción eréctil siguen siendo los más incautados a nivel mundial y representan el 22 por ciento de las incautaciones durante la operación. Los agentes psicoterapéuticos como los antidepresivos, los ansiolíticos y los estimulantes ocuparon el segundo lugar con un 19 por ciento, seguidos por las hormonas sexuales y los medicamentos gastrointestinales con un 12 por ciento respectivamente.
«Los medicamentos falsificados y el uso indebido de medicamentos regulados son una amenaza importante para la seguridad pública en todo el mundo. La Operación Pangea XVI eliminó de las calles una gran cantidad de productos ilegales y potencialmente mortales y desmanteló redes criminales que traficaban con dichos productos», declaró Jürgen Stock, secretario general de la Interpol.
Agregó que la operación subraya la necesidad continua de una respuesta coordinada y global contra la amenaza que representan las medicinas ilícitas y los grupos del crimen organizado transnacional.
La campaña anual se centra en los medicamentos ilícitos que representan una amenaza importante para la seguridad del consumidor, incluidos los medicamentos falsificados y los medicamentos desviados de las cadenas de suministro legales y reguladas. También representan una importante fuente de ingresos para los grupos delictivos organizados transnacionales y apoyan otras actividades delictivas.
La Interpol indicó que continúa apoyando a los países miembros a medida que se llevan a cabo más análisis e investigaciones.
Durante toda la operación, prestaron apoyo adicional: Europol, la Organización Mundial de Aduanas, la Organización Mundial de la Salud, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes, los organismos nacionales de reglamentación sanitaria y el Instituto de Seguridad Farmacéutica.
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