Por Manuel de Jesús Linares Jiménez
La séptima parte de “LA ECONOMÍA DOMINICANA EN CAÍDA LIBRE”, se la vamos a dedicar al análisis del último capítulo, es decir, el VI, denominado SECTOR FINANCIERO, del informe del Banco Central de la República Dominicana correspondiente al período enero-junio 2023. Este capítulo comienza en la página 61 y concluye en la 71.
Ese capítulo es extremadamente aleccionador; es un capítulo que de cuya lectura podemos aprender mucha economía relacionada con lo que ocurre en la realidad.
Aquí deslindamos los dogmas que nos enseñan algunos libros de economía, de los hechos económicos que tienen existencia objetiva.
En la página 62 del informe, vemos claramente cómo las entidades financieras más fuertes, más grandes, tienden a engullirse a las más pequeñas y más débiles. En junio de 2019 el sistema financiero estaba integrado por 53 entidades, pero para junio 2023, ya se había reducido a 47; quiere decir que seis (6) fueron absorbidas o simplemente desaparecieron.
En la mayoría de países del mundo el sistema financiero no está integrado por intermediarios financieros de tamaño modesto, donde la competencia se ve normada y donde la oferta y la demanda de dinero no se ven manipuladas. La realidad de hoy es completamente distinta.
Si bien el sistema financiero dominicano, en junio 2023 estaba integrado por 47 entidades financieras, las reglas del juego son impuestas por 17 bancos múltiples, y dentro de estos, principalmente por dos (2). Una prueba de esta situación monopólica se expresa en el hecho de que de los activos totales netos, del sistema financiero, en junio 2023, los bancos múltiples acapararon el 88.5%.
Cuando el informe del Banco Central, en la página 64, nos dice que el sistema financiero alcanzó durante el período bajo estudio, un aumento de las utilidades después de impuestos, de RD$39,356.6 millones a junio de 2023, de hecho está diciendo que una gran parte de estas utilidades fue a parar en manos de los bancos múltiples, en especial a las manos de dos (2) bancos múltiples. ¡Sopla!
¿Presidente Abinader, ese es el cambio?
Eso es viejísimo. Los obreros fueron engañados. Nos prometieron un cambio que se ha convertido en un retroceso.
Igualmente, el Banco Central incurre en el engaño cuando le hace creer a la población que su política de manipular la tasa de política monetaria, induce a que los bancos múltiples reaccionen en la dirección que desea el Banco Central.
Las instituciones del Estado en una economía monopolista, como la dominicana, no controlan a los monopolios; al contrario, son los monopolios los que controlan a las instituciones del Estado, tipo Banco Central.
O es que acaso no vemos cómo los monopolios tienen de relajo al Banco Central; éste, hoy aumenta la tasa de política monetaria, para desacelerar la demanda de bienes y servicios e impedir la tensión inflacionaria, y mañana tiene que hacer todo lo contrario, reduce la tasa de política monetaria, para acelerar la demanda de bienes y servicios para alentar el crecimiento económico; mientras tanto, en junio 2023 el sistema financiero dominicano monopólico, como el que no quiere la cosa, se metió en los bolsillos utilidades equivalentes a RD$39,356.6 millones.
(El autor es profesor jubilado y Ex-Presidente del Consejo Superior de Doctores de la UASD (2019-2022).
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