Neville Goddard, a través de su libro «a tus órdenes» y basado en muchos de los conceptos contenidos en la biblia, nos dice que; «todo aquello llamado Dios, es realmente tu consciencia». Va hilvanando versículo por versículo y explicando que «los secretos» escondidos en estos, son metáforas que nos revelan el poder de la consciencia exculpado en ellos.
Una forma de relato para que podamos entender, que, sin embargo, consiguió un efecto distinto, ya que «desvió» la intención hacia un «tercero»…
Isaías declaró; «yo soy el señor, no hay ningún otro, fuera de mí no hay Dios. Yo te fortaleceré, aunque no me has conocido. Yo soy el que hace la luz, y crea la obscuridad. Yo hago la paz y creo la adversidad. Yo, el señor, hago todo esto».
La consciencia de ser es Dios. Cada uno de nosotros se esclaviza o se libera a través de sus pensamientos. La consciencia está apagada y hay que despertarla. Hay que estar consciente para «conocerla» y ese es el camino de la liberación y de los dramas que sufrimos constantemente por estar «dormidos»…
«Más a todos los que le recibieron, a todos los que creyeron, le dio potestad de ser». Juan 1-12
Todo el que se abre a su consciencia como «ese lugar» en donde realmente habitamos y desde donde alcanzamos el poder de transformar los imposibles a través de «creer» o la fe consciente, manifestara desde su natural estado de divinidad todo lo que desee para sí… absolutamente todo…
La ingenuidad es general, y aun aquellos creyentes conversos que mantienen a Dios en sus labios, no saben alcanzar la «conexión» necesaria para llevar a cabo todos los milagros que plantea la biblia.
«Yo y mi padre somos uno, pero mi padre es más grande que yo» Juan 10-30. Mi padre es mi consciencia, la cual es superior a mí si no aprendo a estar en ella. Si no logro mantener fuera, todos esos pensamientos que me distraen y no me permiten «integrarme» a ella.
«De cierto, de cierto, os digo; el que no entra por el redil de las ovejas, sino que sube por otra puerta, ese es el ladrón»… Los pensamientos no invitados y que obstaculizan nuestra entrada a nuestra divinidad del ser. «Más el que entra por la puerta, el pastor de las ovejas, a este abre «el portero» y las ovejas «oyen su voz». Las ovejas son los pensamientos, el portero, la consciencia y el pastor, eres tú haciéndote consiente…de tu consciencia.
Y aquí viene una verdadera revelación cuando continúa diciendo «Y cuando ha sacado fuera todas las propias, va delante de ellas y las ovejas le siguen, porque conocen su voz». Qué hermosa forma de decir las cosas, una metáfora directa e iluminada. Sacar fuera «las propias» las verdaderas vibraciones, las que producen los milagros y los imposibles. Ir delante de ellas es haber logrado alcanzar la fe de que las cosas que invoquemos nos seguirán, ya que han sido llamadas con la voz de la consciencia.
No es un asunto fácil, porque todo aquel que busca el propósito de la vida y «sus absurdos» siempre es dirigido a este camino de la consciencia y sus milagros. Lo cual le parece una forma «abstracta» de esquivar la respuesta a una pregunta que, aún alcanzado el dominio de la mente y su consciencia, quedara en blanco, ya que más allá, del más allá, subsiste un más allá.
Neville Goddard, nació en barbados y murió en California en el año 1972. Fue un destacado maestro que, a través de estudios profundos a la biblia y a otras corrientes filosóficas y espirituales, promovió la consciencia «como aquello» que los antiguos sabios intentaron decirle al mundo, especialmente a los que estuvieran más inclinados a conocer esta verdad poderosa.
Los principios básicos del Kybalion, cuna de las escuelas metafísicas de los nuevos tiempos, contienen de forma más «científica» estos enunciados de Goddard y resumidos en 7 leyes, donde destaca en primer lugar el principio mental, que afirma que; «todo es mente, el universo es mental».
Los best seller «el secreto» de Rhonda Byme, «el poder del ahora» de Eckhart Tolle o «las siete leyes espirituales del éxito» de Deepak Chopra. Son libros basados en «la creencia de la mente y sus poderes». Nada raro en un mundo que siempre le ha sido hostil al hombre quien busca en las alturas alguna salida que lo haga salir «victorioso» o «imperecedero».
Asumir, que «será» o «vendrá», lo que uno desea, es la mejor manera de conseguirlo a que uno «lo pida». El que pide, lo está haciendo «a otro» y no hay otro, solo estas tú. Dudar de ti mismo, de tu capacidad y poder es «encargar a otro» que se haga cargo de ti y como todos estamos entretenidos en pensamientos bobos, nadie se va a preocupar por ti.
Comienza a ensayar y créeme que yo lo he logrado. Las cosas que suceden son «efectivamente» fuera de este mundo, o quizás no lo son, pero estamos tan «adaptados» y convencidos a sudar la gota gorda para adquirir lo deseado, que «producir milagros» es algo, que pensamos, no le atañe a la consciencia.
Para concluir este latido, bien vale utilizar al Quijote, que, si de libros de «autoayuda» buscáis, este es el mejor y de paso diría, el primero del «mundo moderno». Sancho, «Es tan ligera la lengua como el pensamiento, que, si son malas las preñeces de los pensamientos, las empeoran los partos de la lengua».
Así que ya lo saben. ¡A pensar bonito! ¡Salud! Mínimo Asumero.
Post/ data. Aquí les dejo las palabras de Neville, que por cierto significa «nueva villa o mundo».
(El autor es artista plástico dominicano residente en West Palm Beach, EEUU).
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