A Pleno Sol
La euforia, el entusiasmo y el optimismo en el inicio del año escolar público, es muy alentador, y hay la esperanza de que se pueda emprender la marcha para acabar con los lastres del pasado.
En las escuelas hay que buscar con bisturí de cirujano lo que fue un éxito y lo que fracasó. Los aumentos salariales de los profesores fue un ente positivo, así como el mantenimiento del desayuno escolar.
Hay nuevas aulas, aunque el déficit se mantiene, y será imposible de corregir. Hay que volver a las dos tandas, mañana y tarde, que permitan albergar mayor cantidad de alumnos. La tanda extendida aumenta el déficit de aulas, y reduce el cupo a un puñado de agraciados.
Si la escuela no se moderniza, cambia y se revisa día a día, habrá problemas en mejorar los niveles de enseñanza. No es cuestión de uniformes nuevos, o que funcione el transporte escolar. Cierto, son importantes para una docencia equilibrada, pero no van al corazón de los generadores de fracasos del sistema educativo.
Poco se ha hecho para mejorar los niveles de la docencia, y lograr que la metodología empleada permita llevar orientación a niños de sexto curso que no pueden aplicar una lectura comprensiva.
En la etapa final del año escolar en el sector público se notó el ambiente enrarecido, lleno de inconvenientes, con indisciplina marcada, y en ocasiones con profesores que en vez de ser conductores, se convirtieron en verdugos.
Para muchos es un trago inaceptable, amargo, que al abrir el año escolar se expongan las manchas oscuras que están en el sistema. No, la vedad es para difundirla. Lo que hay es que corregir las limitaciones de las escuelas.
Lo que está fracasando es el desarrollo del aprendizaje en las aulas. La violencia que llega a los planteles no puede ser enfrentada por los profesores o los sicólogos, que prefieren voltear la cara y decir que los hechos se produjeron fuera del área de protección escolar.
Para corregir los entuertos hay que ser sincero. El pasado año escolar estuvo más cerca del fracaso que del éxito. Hay la esperanza de que ahora todo comience de nuevo, y se pueda transitar por una senda de triunfos y de mejoría de los niveles de enseñanza.
Aplaudimos el inicio del año escolar. Tenemos la esperanza de que todo transcurra en calma, sin paros, con almuerzo escolar, y transporte gratis. Nunca se debe olvidar que en la escuela, lo más importante es la educación, y forjar el pensamiento, la conciencia y el discernir de los niños. ¡Ay!, se me acabó la tinta.
manuel25f@yahoo.com
(El autor es periodista residente en Santo Domingo, República Dominicana).
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