A Pleno Sol
Las elecciones de España presentan un panorama atormentador, confuso, frágil, donde la crisis hoy no la padecen solo los países del tercer mundo, sino que también se tambalean las potencias.
El proceso presenta a cara descubierta que España transita por sendas donde no hay un liderazgo fuerte, no hay una voz que pueda dirigir a la multitud, sino que existen hombres y mujeres bruñidos por las circunstancias momentáneas.
El país luce polarizado, con una derecha que vive en el pasado ganando fuerzas cada día, y planteando la toma del poder por medio de los votos. De hecho las principales firmas encuestadoras consideraban que el Partido Popular ganaría las votaciones.
Sin embargo, Núñez Feijoo cometió el pecado de considerarse ganador antes de las elecciones, utilizando como muletas los resultados de las encuestas. Un grupo de críticos de sus aliados ultraconservadores lanzó la consigna: vendió la piel antes de cazar al oso.
Pedro Sánchez, el presidente actual de España, ha tenido que lidiar con la crisis europea de la guerra de Ucrania. Están cerrados los negocios con uno de sus principales socios comerciales, como es Rusia.
Sánchez quedó en segundo lugar, pero tiene alianzas a la vista que le pueden significar el triunfo. Ahora a un costo sumamente alto, porque tendrá que hacer concesiones lindando la raya roja de la tolerancia.
De los puntos difíciles en sus decisiones está la solicitud de independencia y autonomía plena de muchas zonas españolas, así como amnistía para presos políticos, la migración ilegal, el matrimonio del mismo sexo, y mayores derechos para las feministas.
Fallaron las encuestas y el accionar del día a día demostró que es lo práctica lo que da el triunfo o la derrota. El panorama cambia ahora, y Sánchez, a pesar de perder la primera ronda, se considera que mantendrá el gobierno de España.
La desaparición del liderazgo firme y fuerte es un síntoma peligroso que sacude a las grandes potencias, y a los países sub-desarrollados. A nuestra manera también lo está viviendo la República Dominicana.
Cada experimento político es distinto. No se puede comparar a la República Dominicana, en el atraso y el olvido, con las acciones de una potencia. Pero en política se tropieza, sino se observa bien el terreno que se pisa.
La frase lapidaria de estos comicios españoles significa que no te des ganador hasta que se cuenten los votos. Puede ser una banderola para que la levanten todos los partidos políticos. No vendas la piel, hasta que caces al oso. ¡Ay!, se me acabó la tinta.
manuel25f@yahoo.com
(El autor es periodista residente en Santo Domingo, República Dominicana).
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