Muchas personas hoy más que nunca, nos cuestionamos por qué y quiénes están detrás de los constantes fuegos forestales e incendios en vertederos de nuestro país? Parece que manos impúdicas utilizan la tragedia de la pandemia del coronavirus para dar rienda suelta a crímenes medioambientales, debido al dolor que sufre la población por múltiples problemáticas. Qué Dios perdone tanta maldad!.
Como es altamente conocido, la República Dominicana posee un 68 por ciento de territorio montañoso. Es un hermoso país verde, rico en vida animal y vegetal, autóctona y endémica de nuestra isla. Posiblemente, la más hermosa isla ubicada en el Caribe.
Pero, son estas excelentes características que tenemos como país, las que han seducido a mentes malsanas y manos inescrupulosas, para producir o propiciar, ya sea por descuido o por negligencia, crímenes contra el medio ambiente?.
¿Se puede tener vida con un medioambiente contaminado? Miremos la experiencia de otras naciones hermanas.
El incendio forestal, es el fuego que se extiende sin control en terreno forestal o silvestre, afectando la vida humana, vegetales, flora y fauna del lugar donde se produce. En nuestro país ésta problemática ha sido una constante a los largo de los años, el 2020 no ha sido excepción. Desde enero los siniestros a nivel nacional no han parado y estos no solo han ocurrido en lugares donde hay o podrá haber sequía estacional o déficit pluviométrico, influenciado por el fenómeno El Niño. Lo que nos lleva a especular acerca de si hay o no mano humana, en este suceso. Esas que también, aprovecharon la declaración de estado de sequía para las regiones sureste, suroeste y noroeste del país, realizada el 31 de enero por la Oficina Nacional de Meteorología (Onamet).Cuánta perversidad!
El país arde por los cuatro confines y es mucha coincidencia. Cuánto daño está causando a la salud, economía y bienestar de nuestra población. Parece que alguien busca lucrarse, pero quién será ese alguien?
En el acápite de acción sanitaria en la crisis humanitarias, la Organización Mundial de la Salud (OMS), lista como peligros o características de desastres naturales, los fuegos; fenómenos recurrente que puede ser iniciado por el ser humano o por naturaleza.
Sabemos que actividades de tala y quema, en condiciones de sequía pueden quedar fuera de control. Probablemente es lo ocurrió y produjo la dificultad que estamos viviendo, pero eso solo lo sabremos cuando al país se presente causas verificables y posibles responsables.
En la generalidad de los casos se desconoce cómo inicia el fuego, pero la negligencia humana es un factor frecuente, dice la OMS. Debido a la desidia, se produce daños de gran magnitud, pueden morir personas y animales; se destruyen cosechas y recursos, algunos no renovables, entre otros.
Los efectos del humo perjudica la salud de la población, como ocurre aún en el gran Santo Domingo, debido al incendio del vertedero Duquesa, y en Santiago de los Caballeros por razones parecidas. Al mismo tiempo, hay zonas afectadas por incendios forestales, entre ellas de La Vega, Santiago de los Caballeros, Santiago Rodríguez y Montecristi, tal como denunció la Sociedad Ecológica del Cibao, que además, solicitó adoptar «medidas extremas», para impedir la propagación de estos incendios a nivel nacional. Parece que en eso fracasamos!
Otra denuncia fue realizada por la Coalición de Organizaciones Ambientales del Noroeste (COANOR), al iniciar el año, quien afirmó que la recurrencia de incendios forestales y talas indiscriminadas de árboles en esa localidad del país. Por lo que solicitó declarar en emergencia ambiental a la Línea Noreste, debido a la funesta situación ambiental que redujo la capa boscosa.
Pero continuaron los incendios en distintas partes del país, podemos citar el ocurrido en una de las montañas de Constanza, próxima al camino al monumento al Divino Niño. Otro se produjo en Sto Dgo Norte, en la entrada del residencial Las Colinas, ubicado en avenida Jacobo Majluta, provocando daños a una extensa área verde del sector. En estos como en la mayoría no se ha identificado quién provocó el fuego que destruyó los arbustos de la zona, sin embargo, residentes en cada lugar, aseguran que fueron causados por desconocidos e hicieron un llamado a las personas para que se abstengan de incendiar basura, sin tomar antes las medidas de rigor. Así precisaban algunos medios de comunicación.
Si los incendios forestales, en su mayoría son causados por el ser humano, son predecibles, y en muchos casos evitables mediante la aplicación de políticas adecuadas, como dice la OMS, entonces, qué pasa en la Rep. Dom? ¿Por qué continúan produciéndose estos siniestros y nunca aparecen los responsables?.
Su ocurrencia genera altas concentraciones de gases y gran contaminación aérea por partículas, las que perduran durante largos periodos de tiempo. Usted entiende lo que implica para nuestra salud?.
Hace un año, para marzo de 2019, el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, en coordinación con los ministerios de Obras Públicas y de Defensa, dieron a conocer el Plan Preventivo de Emergencia (PPE), para evitar los incendios forestales en períodos de sequía e impedir la tala de árboles. Sería bueno conocer las acciones realizadas a esos fines. A juzgar por los fatales incendios ambientales, ocurridos en estos 5 meses del 2020, parece que no fue efectivo.
Tampoco fue firme la iniciativa de 300 brigadas y equipos técnicos de vigilancia, a nivel nacional, para evitar que agricultores o desaprensivos talaran árboles o prendieran fuego a bosques, lomas y montañas. La dramática situación que vivimos así lo confirma.
Lo que podemos elucubrar es que estos incendios, sobre todo en el caso de los forestales, pueden ser causados intencional o accidentalmente, como consecuencia de la preparación de terreno para ser destinados a actividades agrícolas, turísticas, y de otra índole. Un crimen contra la vida!
No olvidemos también que, el Parque Mirador Norte, ubicado en Villa Mella, Sto Dgo Norte, sufrió embastes de incendio, sofocado con la colaboración del Ejército de la República. Excesiva pérdida, y apenas el año transcurre su quinto mes.
Seguimos reflexionando acerca de este tema, conscientes de que la mejor manera de obtener riquezas es trabajar para alcanzarlas. Nada justifica la pérdida vegetal, animal y humana, ni el derrumbe ambiental de nuestra nación por el deseo de llenar los bolsillos o árganas de unos pocos desconcienciados. Nada lo vale.
Lástima que los daños producidos por estos desaprensivos, en el caso de siniestros originados por la mano humana, pasarán factura a todas y todos. No merece llamarse personas quien comete este tipo de crimen, y ofenderíamos a los animales si osamos nombrarle como ellos.
Cuánto duele ver desangrar a la patria, como ocurre hoy, de múltiples y enmascaradas formas. Dios nos ampare!, y en mientras el Padre hace lo propio, ejercitemos ciudadanía, recordemos que los derechos ambientales, son derechos humanos, demandemos su cumplimiento, mientras cumplimos nuestros deberes.
Hasta pronto.
(La autora es educadora, periodista, abogada y locutora, residente en Santo Domingo).
santosemili@gmail.com
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