Por Felipe Ventura
La formación técnico profesional es un pilar importante en el desarrollo de los países en vía de desarrollo, siendo un mecanismo efectivo para reducir la brecha entre los conocimientos teóricos y su aplicación práctica. Sin embargo, durante la pandemia, esta área de formación se vio gravemente afectada, siendo suspendida en los primeros momentos y siendo la última en incorporarse al sistema productivo del país.
La virtualización de la formación técnico profesional fue una estrategia utilizada para mantener el sistema activo, pero desafortunadamente, no tuvo los efectos deseados. La falta de herramientas y la escasa infraestructura, así como el aumento de los costos, hicieron que gran parte de la población estudiantil no pudiera tener acceso a la formación. Además, la falta de preparación de los docentes en entornos virtuales y la escasa disponibilidad de recursos didácticos suficientes para cada curso, fueron factores que dificultaron aún más el proceso de enseñanza y aprendizaje.
Otro elemento importante que dificultó la formación técnico profesional durante la pandemia fue la falta de apoyo por parte del estado hacia las instituciones de formación. Muchos contratos fueron retirados unilateralmente por el estado, lo que dejó a los centros de formación sin capacidad para dar respuesta durante y después de la pandemia. Aunque los centros realizaron grandes esfuerzos para mantener el servicio, no se estuvo a la altura de la situación.
Además, los cambios repentinos en el programa de los cursos y la inclusión improvisada de nuevas carreras, para las cuales los centros no estaban preparados para responder, generó un desequilibrio en el sistema de formación técnico profesional.
Es necesario tomar medidas para garantizar la continuidad de la formación técnico profesional y para mejorar su calidad, ya que es un elemento clave para el desarrollo del país. El estado debe brindar el apoyo necesario a las instituciones de formación, incluyendo la inversión en infraestructura y recursos, así como en la capacitación de docentes y la garantía de prácticas para la formación en técnicas duras.
Las empresas también deben desempeñar un papel importante en el desarrollo de la formación técnico profesional, proporcionando prácticas y oportunidades de trabajo para los estudiantes. Además, la sociedad en general debe valorar y reconocer la importancia de la formación técnico profesional para el desarrollo del país.
Llamado a la acción
Es necesario tomar medidas efectivas para garantizar que la formación técnico profesional continúe siendo una herramienta efectiva para el desarrollo del país. La pandemia ha demostrado que se necesitan cambios significativos en la forma en que se imparte la educación técnica, y que estos cambios deben ser implementados de manera efectiva y sostenible.
Preguntas para reflexionar
1. ¿Cómo puede el Estado garantizar una formación técnico profesional de calidad para la población?
2. ¿Cuáles son los desafíos que deben enfrentar las instituciones de formación técnico profesional para adaptarse a los cambios en el entorno educativo?
3. ¿Cómo pueden los docentes de formación técnico profesional prepararse mejor para afrontar los retos de la educación en línea?
4. ¿Cómo puede la sociedad apoyar y valorar la formación técnico profesional como una alternativa viable para el desarrollo personal y económico?
(El autor es vicesecretario de las secretarias de Educación Superior y Formación Política en La Fuerza del Pueblo).
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